"Nada que salvar", primera novela de Juan Fernando Covarrubias
“Nada que salvar”, primera novela de Juan Fernando Covarrubias. Fotografía: Iván Lara González

El escritor Juan Fernando Covarrubias presentó su primera novela Nada que salvar bajo el sello editorial de Libros Invisibles. Acompañado de su familia, amigos, alumnos y escritores, el autor abrió camino al libro, desde el Hotel Demetria, para el encuentro con los lectores.

La trama, en palabras del autor, la concibió hace seis años.

Desde su primer indicio hizo anotaciones y recopiló datos a lo largo de largas caminatas, tal como en la primera aparición del protagonista Lino Waleski, en el libro Loco por destruir del mismo autor.

La personalidad compleja de Lino antojaba para más historias sobre su mirada descarnada de una ciudad en decadencia que filtran sus recuerdos nostálgicos. Si esos relatos despertaron el apetito, Juan Fernando Covarrubias lo sació con una novela.

Juan Fernando Covarrubias presentación del libro "Nada que salvar" en el Hotel Demetria
Juan Fernando Covarrubias presentó su primera novela, “Nada que salvar” en el Hotel Demetria, junto amigos y lectores. Fotografía: Iván Lara González

Una oda a la memoria, “Nada que salvar”

El editor de Libros Invisibles, Jorge Díaz, dijo de la historia que Juan Fernando entrega al lector un laberinto de capas de sentido donde Nada que salvar es una novela bien contada.

Jorge Díaz explicó que la novela cuenta cómo Lino Waleski va cayendo en ese abismo de desesperanza que se subleva contra el orden de los semáforos en busca de uno de sus amores: La Negra.

“Esos molinos de viento contra los que mastica sus pérdidas en una ciudad que, al mismo tiempo, es dos ciudades y en cuyas entrañas se esconde probablemente ‘La Negra'”.

Waleski básicamente es ese el loco dispuesto a quemar una ciudad entera con tal de volver a ese territorio en el que alguna vez fue feliz“.

Para el editor, la novela de Juan Fernando es, para alguien preocupado por los recuerdos, “una oda a la memoria: a ella le dedica un capítulo completo y le permite flotar en cada una de las acciones de Lino Waleski”.

“Donde persigue a ese fantasma al que su memoria llama ‘La Negra’ como si, incapaz de tener pistas sobre su nombre, la reconociera sólo como una sombra fantasmal, un ser difuminado por la atrofia del recuerdo”.

Jorge Díaz, editor de Libros Invisibles. Fotografía: Iván Lara González
Jorge Díaz, editor de Libros Invisibles. Fotografía: Iván Lara González

Cartografía del recuerdo

La escritora María Cervantes, Premio Nacional de Cuento Corto Eraclio Cepeda 2019 con el libro Aves de tu silencio, dijo que Lino Waleski simplemente se le metió en la cabeza.

“Tanto que hasta lo he soñado”.

“En uno de esos sueños, Lino llegaba a la presentación del libro de Juan Fer. En otro, que Lino, perdido entre la gente y yo, estaba en el borde de toda su curiosidad narrativa, cinematográfica, musical que se incorpora en la novela”.

Para explicar la obra, la autora explicó que fue necesario trazar un pequeño mapa mental.

Y lo hizo como arranca Lino Waleski en la primera línea de la novela “Lino Waleski tiene un mapa en la cabeza”.

"Nada que salvar", primera novela de Juan Fernando Covarrubias. Fotografía: Iván Lara González
“Nada que salvar”, primera novela de Juan Fernando Covarrubias. Fotografía: Iván Lara González

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“Juan Fernando nos habla constantemente, a través de su vena ensayística, sobre los mapas como una geografía al vacío, llaves o una carta”.

Esta guía lleva al protagonista en la búsqueda de La Negra, un viaje desesperado que hace Lino Waleski por recuperar lo perdido.

“Cuando terminé la novela pensé en el viaje del héroe y creo que en ese sentido no sería descabellado decir que es el viaje del antihéroe para ser totalmente humano. Un personaje que lucha contra el olvido de las memorias, porque están allí, porque nos regala algo de luz”.

María Cervantes, escritora. Fotografía: Iván Lara González
María Cervantes, escritora. Fotografía: Iván Lara González

Salvar la nada

El cuentista Alfredo Cedillo, autor del libro Vinilo, que forma parte de la colección de La maleta de Hemingway, dijo que, gracias a Juan Fernando, leyó el cuento Canícula donde un muchacho huye de un incendio de Kjell Askildsen, por el cual imaginó a Lino Waleski, marcado por la tragedia.

“Porque justamente eso es lo que le ocurre: la tarde menos pensada al volver al trabajo, descubre que su casa arde junto con todo lo que hasta entonces lo ha constituido, parafraseando a Tolstói, me aventura decir que todas las personas plenas se parecen, pero en la tragedia cada quien lo usa a su modo”.

“Si sopesó las aristas del mundo con ese letargo de vagabundo, que merodeaba sin más impulso que el placer de mirarlo todo en tanto el tiempo se disuelve. Ya no más”.

Así, el protagonista delimita las calles de tanto andarlas donde el incendio será la fisura en la suspensión de la memoria “esa bondadosa reacción que tiene el cuerpo de apagar las luces cuando la tragedia no se puede digerir”.

El protagonista deberá dinamitar la tierra, según Arturo Cedillo, al voltearla de revés y exponer profundidades posibles comenzar con el trazo de un mapa.

“Y es que Waleski es un detective que ronda por cada esquina, recabando datos construyendo un poco en su cabeza, otro poco en una libreta, los pilares de un nuevo mundo”.

Alfredo Cedillo, escritor. Fotografía: Iván Lara González
Alfredo Cedillo, escritor. Fotografía: Iván Lara González

Deudas con la literatura

Juan Fernando Covarrubias explicó que la novela es una manera de pagar deudas adquiridas con gente, autores y libros.

“Sobre todo en deuda con un momento”.

“Hace muchos años, cuando compré una novelita en el centro de Guadalajara, en la librería Jardín de los Senderos, compré la novelita El sol que estás mirando, de Jesús Gardea”.

“Al leerla tuve la revelación, idea o intuición de que quería dedicarme a esto”.

En la portada del libro, el perro amarillo que aparece en la novela, apuntó el autor, es una deuda con Francisco Tario, quien tiene un cuento que se llama El hombre del perro amarillo, y es una de las referencias que se podrán descubrir en la novela quien la lea.

El autor refirió que sólo con el ejercicio de la escritura le es posible entender cosas y también de entenderse a sí mismo.

“El ejercicio de la escritura me permite ponerme en contacto conmigo mismo a través de develar y explicarme cosas que, de otra manera, no podría hacerlo”.

“Como Julio Ramón Ribeyro, la literatura le permitía explicarse el mundo que, de otra forma, no podría hacerlo”.

Nada que salvar se puede comprar en línea en la tienda virtual de Libros Invisibles.

Juan Fernando Covarrubias estudió Letras Hispánicas en la UdeG. Ganó el Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez 2024. Es autor de libros de cuentos como La muerte compartida (2013), O Cirilo tal vez regresó (2022), además del ensayo Las disputas entre las moscas y el hombre (2021). También es coautor de Bernardo Couto Castillo Asfódelos y otros cuentos (2011).

Ha publicado cuento y ensayo en el Periódico de Poesía de la UNAM, Luvina y Cultura Jalisco. Enseña narrativa y cuento en el CAAV (Universidad de Medios Audiovisuales) y coordina un taller de lectura.


Fotografías: Iván Lara González | Universidad de Guadalajara

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Adrián Montiel González
Colaborador en Ciudad Olinka. Ha laborado para medios como Gaceta UdeG, Radar Sonoro, El Diario NTR Guadalajara y A dónde van los Desaparecidos.