En el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) se han documentado hasta 29 especies de murciélagos, y la mayoría de ellas tiene hábitos insectívoros, convirtiendo a este animal en un importante controlador de plagas de insectos en la ciudad.
Además de comer insectos, otras especies se alimentan de frutas o néctar, e incluso de pequeños vertebrados o de la sangre de mamíferos, explicó la doctora Silvia Socorro Zalapa Hernández, investigadora de CUCBA de la UdeG.
La especialista menciona que según estudios realizados en 2017, se han documentado 29 especies de estos mamíferos, siendo 20 de estas de hábitos insectívoros.
“Esto quiere decir, que el servicio ambiental que están ejerciendo los murciélagos en la zona urbana es principalmente el de control de poblaciones de insectos”.
Mientras que otras especies se alimentan de polen y néctar y cumplen la función de polinizar plantas que pueden ser de relevancia económica para las personas.
Además de que aquellos murciélagos que se alimentan de frutas ayudan a la dispersión de semillas, lo que ayuda a la proliferación de más frutos.
“Con sus movimientos van liberando semillas en áreas que pueden estar alteradas o deforestadas, permitiendo con esto una regeneración de los bosques”.
¿Amigables o temibles?
Aunque en el cine y la televisión se le han atribuido conductas agresivas a los murciélagos, Zalapa Hernández considera que en realidad estos mamíferos no suelen atacar a los seres humanos.
Sin embargo, sí pueden reaccionar si se sienten amenazados.
Por otra parte, también pueden llegar a ser portadores de agentes que sean un potencial riesgo para los seres humanos.
“Como cualquier animal silvestre o doméstico que no esté acostumbrado a nosotros, al querer acercarnos pueden sentirse amenazados de alguna forma y se van a defender”.
Debido a la cercanía con ciudades, muchos de estos mamíferos buscan alimento en entornos urbanos donde las personas no están habituados a verlos.
La investigadora recomienda no molestar a los murciélagos en caso de verlos árboles alimentándose de sus frutos.
En estos casos es probable que los animales se alejen poco después en busca de alimento en otros árboles.
“Suponemos que este crecimiento de la mancha urbana, este acercamiento al bosque y la disminución del mismo ha propiciado que los murciélagos aprovechen el recurso que la ciudad les está ofreciendo”.
Aunque existen pocos estudios acerca de los murciélagos en zonas urbanas, según Zalapa Hernández, en Jalisco se trabaja en estudiar el comportamiento de estos animales en zonas como Chamela, la Sierra de Manantlán, la Barranca de Huentitán y el Bosque La Primavera.
Fotografías: Omar Rentería Martín, Mamole y Abraham Sánchez.
