En la danza contemporánea, el cuerpo es el vehículo para narrar y canalizar emociones y conceptos abstractos.
Una obra que explora estos temas es Liminal, una pieza creada por el colectivo de danza dirigido por Germán Águila y Lola Ramírez, que toma como base el concepto psicológico de la sombra, formulado por Carl Jung.
Un proyecto con reconocimiento
Liminal ha sido parte del Festival Internacional de Danza y fue seleccionada como una de las Nuevas Voces en Escena, lo que ha dado visibilidad al colectivo y a los bailarines que participan en la obra.
Para Germán Águila está oportunidad es clave para que los artistas emergentes consoliden sus carreras y se den a conocer en el círculo de la danza contemporánea.
Está obra tendrá una pequeña temporada en el Teatro Experimental de Guadalajara durante los primeros tres jueves de noviembre (7,14,21).
Los boletos están disponibles en Boletia y se ofrecen descuentos para estudiantes y profesores de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
La sombra y el yo en la danza
El concepto de la sombra que representa el lado inconsciente y oculto del ser humano, es el eje central de Liminal.
Esta obra explora la relación entre la luz y la oscuridad, el consiente y el inconsciente, a través de una combinación de movimientos y coreografías que visualizan la lucha interna. Germán Águila, codirector y coreógrafo, explica:
“La sombra es esa parte que todos tenemos, lo que ocultamos, lo que no nos agrada de nosotros mismos, pero que sigue siendo parte de nuestra identidad”.
“En la obra, jugamos mucho con los contrastes entre luz y sombra, el blanco y el negro, el yo y la sombra. Es una representación visual y física de este enfrentamiento interior”, señala.
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Una creación colaborativa en movimiento
Liminal no solo destaca por su tema, sino por el proceso colaborativo que ha sido clave en su desarrollo.
Germán Águila resalta que la obra nació como un proyecto dentro de la materia de Repertorio Coreográfico de la licenciatura en Artes Escénicas para la Expresión Dancística, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la UdeG.
Estudiantes de danza participaron en la creación de movimientos y en la exploración del concepto de la sombra, aportando sus propios cuerpos y experiencias al proceso.
“Las bailarinas y bailarines son creadores, no solo ejecutan movimientos, sino que también contribuyen con sus ideas y capacidades”.
“El proceso ha sido muy orgánico, desde la investigación hasta la experimentación en el laboratorio coreográfico”.
Evolución y refinamiento de la obra
Desde su estreno, Liminal ha pasado por varios ajustes.

Inicialmente contaba con un elenco de 23 bailarines, pero con el paso del tiempo, la obra ha sido reducida para adaptarse a las necesidades de movilidad y representación en diferentes escenarios.
Sin embargo, esto no ha afectado la calidad de proyecto, sino que ha permitido un enfoque más preciso en la narrativa y los movimientos.
“Con menos bailarines, tuvimos que repensar la pieza”.
“Nos cuestionamos qué es lo que realmente estaba contando la historia y cómo podíamos mejorarla”.
“Esta evolución permitió sacar mayor provecho a las capacidades individuales de los bailarines, mejorando la calidad de la obra”, comenta Germán Águila.
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Fotografías: Cortesía Liminal