
La Sierra de Tesistán se encuentra ubicada en el municipio de Zapopan, Jalisco, y es una joya natural que enfrenta una serie de amenazas.
Este ecosistema abarca 19,035.50 hectáreas, según la propuesta del gobierno de Zapopan para la creación de un polígono de protección llamado Área Municipal de Protección Hidrológica (AMPH) Sierra de Tesistán – Cerro La Col (SITECOL).
Sin embargo, la expansión urbana, la agricultura intensiva y otras presiones humanas están poniendo en peligro su supervivencia.
En entrevista con Miguel Magaña Virgen, investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara, compartió su preocupación sobre el estado actual de esta sierra y la urgente necesidad de tomar medidas para su conservación.
Diversidad de flora y fauna: un indicador de salud ecológica
El investigador del CUCBA destacó la rica biodiversidad de la Sierra de Tesistán, subrayando que no solo alberga reptiles y mamíferos, sino también una gran variedad de especies:
“Tenemos gran fauna con especies muy importantes como el águila real. Esto quiere decir que el ecosistema está en equilibrio“.
“Tenemos venados de cola blanca, coyotes, armadillos, mapaches, aves como carpinteros y halcones, y reptiles como la serpiente de cascabel“.

Dijo que esta diversidad biológica es crucial no solo para la estabilidad ecológica de la región.
Sino también para la preservación de servicios ecosistémicos esenciales, como la generación de oxígeno y la absorción de dióxido de carbono.
Amenazas actuales para la Sierra de Tesistán
La Sierra de Tesistán no es ajena a las amenazas que afectan a muchas áreas boscosas en México.
Magaña Virgen explicó que las principales amenazas que presentan las sierras “son los cambios en el uso del suelo y extracción moderada de materiales, lo que genera situaciones de alto riesgo”.
Estas prácticas no solo alteran el paisaje natural, sino que también afectan la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la región.
Uno de los problemas más alarmantes es la tala ilegal.
“La tala es una de las actividades que impacta negativamente, generando pérdidas significativas en el ecosistema”, afirmó el investigador.
Por otro lado, el impacto de las actividades humanas en la Sierra de Tesistán va más allá de la deforestación.
“El cambio en el uso del suelo impacta no solo la vegetación y fauna local, sino también la cantidad de oxígeno y la capacidad de absorción de dióxido de carbono del área, contribuyendo al cambio climático”.
Esto resalta la importancia de la sierra no solo como un refugio para la vida silvestre, sino también como un regulador climático clave para Jalisco.
Indicó que el cambio climático es otra amenaza para la Sierra de Tesistán.
Los patrones de precipitación están cambiando, lo que podría alterar gravemente los ecosistemas locales.
Además, el aumento de sequías y lluvias torrenciales pone en riesgo a la flora y fauna de la región.

A estas amenazas se suma la contaminación, tanto urbano como agrícola.
Las emisiones de vehículos y la quema de residuos contribuyen a la contaminación del aire.
Mientras que los fertilizantes y pesticidas utilizados en la agricultura contaminan el suelo y los cuerpos de agua.
Los cambios en la cubierta vegetal y la pérdida de bosques también afectan los ciclos hidrológicos.
Por lo que, si la vegetación disminuye y la capacidad de absorción del agua del suelo igual, lo que lleva a inundaciones más frecuentes y graves, como la pérdida de suelos fértiles y la desertificación en algunas áreas.
Faltan de medidas de conservación efectivas en Sierra de Tesistán
A pesar de su importancia, las medidas de conservación en la Sierra de Tesistán han sido inadecuadas.
El investigador criticó la falta de una estrategia clara y efectiva:
“No hay una estrategia establecida, una planificación o una responsabilidad permanente”.
“La gestión ambiental en Jalisco está rebasada por la incapacidad, falta de atención, recursos y estrategias”.

“Las áreas naturales protegidas en el papel no están protegidas en la realidad; se requiere una participación social y gubernamental más fuerte”, enfatizó.
Hacia un plan de protección ambiental sostenible
El investigador Magaña Virgen propuso la implementación de un plan de protección ambiental a largo plazo.
Mismo que sea respetado a lo largo de los períodos políticos para abordar estos desafíos.
“Que esté basado en el conocimiento científico y en la participación conjunta de los tres niveles de gobierno”, sugirió.
Las comunidades locales, los científicos y los funcionarios gubernamentales deberían trabajar juntos para desarrollar este plan.
“Es un proceso de planeación a largo plazo que no depende de políticos; el medio ambiente es propiedad de todos”, concluyó Magaña.
Las palabras de Miguel Magaña Virgen recuerdan la urgente necesidad de proteger estos espacios.
No solo por su valor intrínseco, sino también por el papel esencial que juegan en el equilibrio ambiental y del cambio climático.
La responsabilidad recae no solo en las autoridades, sino en toda la sociedad para asegurar que las generaciones futuras también puedan beneficiarse de este invaluable recurso natural.
Fotografías: Wikiloc, Margarita Anaya, Saulo Cortés