Por: Darinka Rodríguez para Letra Fría
La primera vez que vi a la drag queen Mexicónica lo que más me llamó la atención fueron sus labios; eran gruesos, carnosos, y aunque estaban pintados de un color discreto, resaltaban a simple vista.
Mexicónica estaba sentada en la misma mesa en la que yo aguardaba el comienzo del certamen Miss Gay Autlán 2022. Yo no podía dejar de mirarla, trataba de hacerlo discretamente, de reojo.
Ella llevaba un vestido que recordaba un poco al de una quinceañera: un corsé lleno de brillantes piedritas y con una serie de bordados en hilo de oro, y una falda ampona con muchos volados de tela semitransparente.
En su mano derecha portaba un abanico, que agitaba furiosamente frente a su rostro, tratando de disipar las pequeñas gotas de sudor que le nacían en la frente, y que con el impacto de las luces parecían brillantes diamantitos.
Por debajo de su falda notaba que golpeaba el suelo con uno de sus tacones. Parecía nerviosa.
De repente recordé que habían anunciado que antes del concurso habría un show de drags, e imaginé que seguramente ella era una de las participantes.
— ¿Vas a presentarte ahorita en el show de las drags?, le pregunté mientras señalaba el escenario.
Ella asintió con la cabeza.
— ¿De dónde eres?, insistí tratando de sacarle plática.
Fue entonces cuando me dijo que era originaria de Villa Purificación, un municipio de la Costa Sur de Jalisco. Después se acercó un poco más a mí y esbozando una sonrisa apenada me dijo:
— ¿Disculpa de casualidad me podrías prestar dinero para comprarme una botella de agua? Mi acompañante se llevó mis cosas y estoy que no puedo con este calor, y ya casi es hora de mi show.
Le respondí que sin ningún problema y le pasé un billete de veinte pesos. Ella lo tomó y me dio las gracias en reiteradas ocasiones.
Lo último que dijo antes de alejarse fue que me buscaría al terminar el espectáculo para regresarme mi dinero.
Minutos después Diva Daniela, ícono de la Comunidad LGBT+ en la región, anunció la presentación del número musical de Mexicónica, y en medio de una oleada de aplausos finalmente la drag salió al escenario.
Los movimientos al principio tímidos de Mexicónica desentonaban un poco con el ritmo tan efusivo de la canción de su performance.
Sin embargo, conforme pasaban los segundos, su cuerpo fue siendo poseído por movimientos cada vez más sensuales…
“Soy mexicana de cumbia y de tambora
Nací con ritmo
Sangre caliente”.
Las luces le daban una apariencia mágica, una reina girando bajo la luz de un caleidoscopio.
Mexicónica sacudía sus hombros morenos y cerraba los ojos de puro disfrutar el momento.
“Esa fue mi primera aparición en público como drag. Estuve un poco nerviosa al principio, pero ya después dije ‘es mi momento y tengo que darlo todo'”.
“Antes de terminar mi presentación alcancé a ver que estaban todas las otras drags apoyándome, incluyendo las de Hechizo GDL, y sentí muy bonito. Me sentí aliviada, sentí que estaba en mi lugar”.
Esa misma noche cuando estaba por retirarme del Salón Mutualista, me abordó un chico con el cabello corto y puntiagudo, y unas cejas poco pobladas y muy rubias.
Me sorprendió que me hablara como si ya nos conociéramos, entonces reparé en su tímida sonrisa y gruesos labios, y caí en cuenta de que se trataba de Mexicónica, desprovista de su peluca y su maquillaje.
Me dio las gracias, me regresó el dinero que le había prestado y se despidió.
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Un encuentro con Pedro y “Mexicónica”
Pasó casi un mes antes de que pudiera encontrarme nuevamente con Mexicónica y platicar con ella.
Mexicónica es el nombre artístico con el que Pedro Ramón Sánchez López, joven de 19 años originario de Villa Purificación, bautizó al personaje en el que se transforma cuando hace drag.
Al principio pensó en otros nombres, uno de ellos era “Morgana Fox”, pero quería romper con el patrón de los nombres en inglés.
Finalmente tomó el nombre de Mexicónica, en alusión a las manifestaciones culturales tan icónicas de nuestro país.
“Apenas tengo un mes en esto. Ya desde hace algunos años me maquillaba, pero no decía ‘quiero ser drag’. La primera vez que usé maquillaje fue a los 15 años, me maquilló una prima, y después de eso empecé a hacerlo yo”.
“A mí me gusta el drag porque es un tipo de expresión artística que no tiene límites, bueno, yo así lo veo”.
Para Pedro, vestirse de Mexicónica es expresarse a través de atuendos extravagantes y maquillaje, crear un personaje.
Existir y resistir desde la diversidad
Pedro es homosexual: se siente atraído erótica, sexual o afectivamente por hombres.
Él se reconoce como parte de la Diversidad LGBTTTIQ+, que en junio celebra el conocido «Pride» o «Mes del Orgullo», conmemorando las conquistas en materia de Derechos Humanos a través de luchas históricas.
El domingo 27 de junio se celebró la edición 44 de la Marcha del Orgullo LGBT+ en Ciudad de México, con la asistencia de 250 mil participantes.
En las regiones Sierra de Amula y Costa Sur de Jalisco cada vez se organizan más marchas para conmemorar estas fechas.
Este año municipios como Cihuatlán, Tecolotlán y Tuxcacuesco vivieron por primera vez en su historia una marcha para celebrar el orgullo.
Mientras que El Grullo y Autlán repitieron por segunda vez su “Marcha por la Diversidad”.
“En Villa Purificación la comunidad LGBT+ tuvo su primera aparición pública este año, salimos en un carro alegórico durante el anuncio de la feria del pueblo”.
“Éramos solo dos personas: la representante de la comunidad aquí en el municipio, Mariana, más conocida como Majo, quien de hecho participó en Miss Gay Autlán 2022, y yo”.
“Majo tiene la visión de ayudar a muchas personas del municipio a salir del clóset, porque muchas aún viven con miedo. Pero ella dice que la gente tiene que acostumbrarse a vernos, que sepan que estamos aquí, existimos y somos válidos”.
Pedro afirma que en Villa Purificación las personas LGBT+ son muchas más que solo dos arriba de un carro alegórico, pero a la mayoría todavía les da un poco de miedo reconocerse abiertamente como parte de la diversidad.
Él identifica entre los principales motivos que tienen estas personas, el temor a ser juzgados y criticados, pues afirma que la ignorancia puede transformar la lengua de las personas en un arma peligrosa.
“Aquí en mi pueblo no conocen mi nombre artístico, y la mayoría de las personas no se han interesado por conocer a lo que me dedico. Simplemente dicen, ‘ah es el que se maquilla y se viste de mujer'”.
“Las personas que más me apoyan son mujeres, porque los hombres aquí son algo machistas. Yo no podría salir libremente a la calle vestido así sin que encontrármelos me pusiera nervioso”.
“Quizás no haya tanto riesgo de que me lastimen físicamente, pero verbalmente sí”.
Crisis para la Diversidad
En el informe Situación de los Derechos Humanos de la Población LGBTTTIQ+ en Jalisco 2022, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco documentó que las personas de la Diversidad han sido históricamente vulneradas y discriminadas.
También señala que este comportamiento se fundamenta en odio, prejuicios, rechazo y desprecio hacia miembros de la Diversidad.
Mientras que la Encuesta sobre Discriminación por Motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género 2018 (Endosig) detalla que en México la población de la Diversidad enfrenta un contexto particular de hostilidad a lo largo de su vida en distintos espacios.
Esto se manifiesta con agresiones verbales, chistes, expresiones o creencias populares que ridiculizan y se mofan de las orientaciones sexuales, así como las identidades y expresiones de géneros no binarios.
De las personas encuestadas en 2018, 96.8% declaró haber escuchado chistes ofensivos sobre miembros de la Diversidad, y 93.3% aseguró haber presenciado expresiones de odio, agresiones físicas y acoso.
Los principales motivos señalados en la encuesta como un factor para discriminar fueron el aspecto físico, la forma de vestir y la manera de hablar.
Por otra parte, 86.4% consideró que en México se respetan poco o nada los derechos de las personas de la Diversidad.
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Un iceberg de violencias
En Jalisco y el mundo las violencias que afectan a miembros de la Diversidad se caracterizan por manifestarse de acuerdo con el fenómenos del Iceberg.
En la punta del iceberg se encuentran las violencias visibles, como la física o los crímenes de odio.
Pero debajo yace el resto de las manifestaciones: violencia verbal, discriminación, evasión y discursos de odio. Estas acciones son invisibles e ignoradas por las autoridades y la sociedad.
Durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), al menos 473 personas de la Diversidad fueron asesinadas en México por motivos relacionados con su orientación sexual, identidad de genero o expresión de género.
Este dato se encuentra en el informe Violencia extrema. Los asesinatos de personas LGBT+ en México: los saldos del sexenio 2013-2018, publicado en mayo de 2019 por la organización Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana A. C.
En el documento se detalla que en promedio 79 personas de la Diversidad son asesinadas al año en México, lo que equivale a aproximadamente 6.5 homicidios por mes.
Mientras que en Jalisco en ese periodo se registraron 12 asesinados de miembros de la Diversidad.
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Entornos sin paz
Las mujeres trans o personas con expresión de género femenina fueron las víctimas más numerosas con 261 asesinatos, lo que representa el 55% del total.
Ante esta situación, no es de extrañarse que Pedro, al igual que otras jóvenes drag en la región, se sienta inseguro por caminar como Mexicónica por las calles de su pueblo.
El informe de Letra S también documentó que el rasgo distintivo que caracteriza a los homicidios de personas de la Diversidad es el ensañamiento que hubo contra las víctimas antes de ser asesinadas o con sus cuerpos ya sin vida.
En muchos casos las víctimas sufrieron violencia sexual antes o después de ser asesinadas, y los cuerpos mostraban signos de tortura.
La CEDHJ también ha señalado la poca relevancia que la Fiscalía Estatal y las comisarías de seguridad municipal conceden a la orientación sexual e identidad de género de las víctimas en sus líneas de investigación.
Tan sólo en 10% de estos casos se menciona al crimen de odio como posible línea de investigación.
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Inspiraciones de una drag
Antes de que Mexicónica y yo nos quedáramos solas para comenzar con la entrevista, una mujer morena se acercó a ella y le ayudó a colocarse bien su extravagante diadema que comenzaba a ladearse un poco sobre su cabellera roja.
Mexicónica le agradeció a su madre el gesto y sujetó con fuerza el peluche de un dragón azul que traía entre los brazos.
— ¿Cómo se llama?, le pregunté señalando el peluche.
— Señor Colmillos, me contestó ella levantándolo un poco.
Pedro compartió que su familia lo apoya en su carrera como drag queen, e inclusive su madre y sus hermanas lo ayudan a vestirse.
También aceptan su orientación sexual, lo cual le da mucha seguridad.
Sin embargo, recuerda que no fue sencillo la primera vez que habló del tema con su familia y que especialmente le preocupaba que no fueran a aceptarlo.
“Fue difícil decirles que era gay, yo pedía que mi familia me aceptara, ya el mundo que pensara lo que quisiera. También fue duro ocultar que me maquillaba, las primeras veces que me maquillé frente a mí mamá, ella me veía feo, pero ahorita ya lo aceptó”.
“Con la familia de mi papá sí podía ser abiertamente como a mí me gustaba, porque tenía un tío que era de la comunidad también y además le gustaba hacer transformismo. Muchas cosas las puedo hacer gracias a él, lamentablemente tiene cuatro años que falleció”.
Carlos, tío de Pedro, es descrito por él como una persona muy segura de sí misma, y con oídos sordos a los comentarios de la gente del pueblo.
Le gustaba ir en tacones a todas partes, hasta a la tienda, porque le encantaba ser visto.
Fue un pilar muy importante en la vida del joven drag, fue una persona que lo entendía, con quien encontró el valor para salir del clóset y la inspiración para transformarse en Mexicónica, por eso y más ella admite que lo extraña mucho.
Inspiración para seguir
Otra persona que ha inspirado a Mexicónica dentro de su camino en el mundo del drag es la ganadora de la cuarta temporada del reality show La Más Draga: la drag queen Rebel Mork.
Lo que Mexicónica más admira es que le importa muy poco lo que la gente diga de ella, y se muestra orgullosa de ser quien es, rompiendo así con la idea de que existe un único prototipo de cómo deber ser y lucir una drag queen.
“Ahora más que nunca hay que mostrar la diversidad que existe dentro del drag. Las dragas tenemos diferentes colores de piel, existe toda una variedad en las formas de cuerpo y estaturas”.
Y confiesa que uno de los retos más grandes fue descubrir cuál era la identidad y la personalidad de Mexicónica.
Hasta que finalmente se dio cuenta que su esencia era algo que no se podía definir y que precisamente esa versatilidad era la característica más valiosa de ella como drag.
“Mexicónica no tiene una marca, ella es multifacética, es muchas cosas en una. Le gusta juntar diferentes ideas y fusionarlas en una sola”.
“Es versátil, un día quizás la vas a ver sin cejas, y el otro día con una ceja nada más, o las pestañas super largas. Me gusta experimentar”.
Para él, hacer drag también se trata de creatividad e ingenio. La mayoría de la ropa que utiliza para caracterizarse como Mexicónica está intervenida por él.
“La diadema que traigo ahorita puesta la hice yo; es una diadema de plástico y los cuernos son de cartulina y papel de china, y le pegué la tela”.
“Espero que llegue el momento en el que yo pueda confeccionar mis vestuarios de pies a cabeza, para dar el ejemplo de que no se trata de tener dinero, sino que el drag es creatividad, dedicación y pasión”.
Sueños desde Villa Purificación
Mexicónica es una drag que se entrega por un momento a sus sueños, y me revela que dentro de unos años se visualiza dando show en Ciudad de México, ya con una trayectoria sólida.
Pero por encima de todo, dice que anhela que dentro de unos años hacer drag ya no sea estigmatizado.
Esto para que más personas no tengan miedo de hacer drag libremente en espacios públicos, y no se vean obligados a presentarse en lugares inseguros o clandestinos.
Pedro Ramón Sánchez López agradece al arte del drag la oportunidad de conectarse consigo mismo y así aprender a amar su cuerpo.
Agradece poder salir a la calle con la actitud bien puesta sin miedo a ser juzgado, a expresarse y vestirse con libertad.
Y sobre todo quiere ser feliz.
Fotografías: Darinka Rodríguez/Luna Vargas
