Ramiro Flores vendedor de discos y playeras en el Tianguis Cultural


De pronto divago: ¿morirá algún día el rock? Es sábado y busco la respuesta en el Tianguis Cultural de Guadalajara. El Cholo, vendedor de playeras rockeras y canalas, sugiere preguntar por Ramiro Flores; su changarro está a dos pasillos. También vende playeras —negras sobre todo— con estampados de bandas de rock, pero su principal atracción son los casetes, discos y viniles. Ha dedicado más de 20 años a coleccionarlos y venderlos.

Ramiro acomoda los discos sobre una tabla cubierta por una tela verde, uno tras otro con el lomo hacia arriba; por grupo y por género, para ubicarlos fácilmente. Lo mismo hace con casetes y viniles.

Luego instala los aparatos donde los reproduce para atraer la atención de los clientes. Uno de sus hijos, que suele acompañarlo, está de vacaciones. Por suerte está ahí Sergio Alvarado, un joven cliente que ahora es amigo suyo y se encarga de colgar las playeras.

Ramiro viste una playera gris con un estampado de los Beatles cruzando Abbey Road. John Lennon, Ringo Starr, Paul McCartney y George Harrison detenidos en el tiempo, capturados en la mítica fotografía. Cuando Ramiro comparte su pasión por la música parece que también todo se detiene. La prisa con la que acomoda sus discos de pronto se ralentiza y fluye la mañana sabatina.

Puesto de 'Alto Voltaje' en el Tianguis Cultural
En el puesto de ‘Alto Voltaje’ en el Tianguis Cultural de Guadalajara puedes encontrar playeras de bandas de rock y discos.

Pasión por la música

Nació en Tonaya, municipio de la Sierra de Amula de Jalisco, y desde que tenía dos años llegó con su familia a vivir a Guadalajara. Su gusto por la música lo considera nato. Dice que desde pequeño sentía el feeling de las canciones bohemias y rancheras y aprendió a tocar la guitarra, pero gracias a uno de sus hermanos conoció el rock y quedó fascinado, despertando su entusiasmo por el coleccionismo.

Comenzó a vender discos en el tianguis El Baratillo con una persona de nombre Fernando y después se movieron a una vendimia en el Ex Convento del Carmen. Eran mediados de los años 90 y fue el inicio del Tianguis Cultural de Guadalajara, que después se trasladó a la Plaza Juárez. El inicio fue complicado, pero pronto surgieron los clientes melómanos.

“No vendíamos ni madres, perdón la palabra, pero se agüita uno. Al trascender de los tiempos la gente empezó a responder a la cultura de la música.

Quieras tú que no, diga mucha gente que los tapatíos son rockeros de un ratito, no, hay mucho melómano. Hay mucha gente bien rocker aquí en Guadalajara”.

Por esa misma época, entre los 90 y los 2000, atravesó por una “situación económica delicada” que lo obligó a ver en sus atesorados discos una fuente de ingresos. Sus constantes viajes a Estados Unidos, a donde se iba a trabajar por temporadas, le permitieron hacerse de una vasta colección de discos de la que se fue desprendiendo.

El vendedor de discos Ramiro Flores con un cliente en el Tianguis Cultural
El catálogo de discos en ‘Alto Voltaje’ es amplio y puedes hacerte de alguna edición especial o rareza.

Dueño de la tienda Alto Voltaje (Independencia 715), Ramiro no cree que el rock vaya a morir y se siente satisfecho por haberle dedicado parte de su vida. Ama su trabajo: comprar discos, escucharlos, recomendarlos, comentarlos, venderlos; lo único que se podría comparar con el placer que eso le produce, dice, sería pintar casas.

—¿Alguna banda detonó su gusto por el rock?

—Los Rolling Stone son una de ellas, pero de ahí en más hay muchísimas bandas: David Bowie, Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath, Pink Floyd, Judas Priest, Iron Maiden, AC/DC. AC/DC es otra de mis bandas favoritas. Therion, una de las bandas más nuevonas también me gusta un chingo, porque hicieron un rollo, mezclaron el metal con el gótico, sinfónico, y les salió una cosa muy chingona. Therion es una banda que también la he visto varias veces… y mis respetos.

—¿Cuáles son los discos que más busca la gente?

—De Bowie el Ziggy Stardust; Pink Floyd, El lado oscuro de la luna y Animals; Led Zeppelin, del 1 al 4; de Judas Priest el British Steel; de Black Sabbath los cinco primeros. En el death metal buscan mucho a Cannibal Corpse, a Death, Deicide; en el black metal buscan mucho a Burzum, a Mayhem, a Darkthrone, a Inmortal; a bandas más de culto, más del underground (como) Nargaroth. De nu metal hay muchas bandas también: Suicide Silence, Slipknot, Mushroomhead; también de Nirvana. A Kiss también lo buscan, Rolling Stones, Fleetwood Mac, todas esas bandas de antaño. El blues también lo buscan mucho, a BB King. Son los más comunes. Siempre lo más comercial y los grandes éxitos es lo que buscan mucho.

Disco de grandes éxitos de Lita Ford

—Dice que en principio no lograba vender ni un disco ¿a qué se debía?

—Lo que pasa es que todavía no había llegado aquí, al cien por ciento, los diferentes géneros de música. Hay heavy metal, hard rock, glam, rock clásico, rock pesado, alternativo, death metal, black metal, power metal, metal sinfónico, metal progresivo, metal ambiental. Hay tantos géneros de música.

Entonces la gente no conocía mucho esos géneros, no había explotado como tenía que explotar, y cuando explotó este cotorreo fue por allá del 2000 o noventaitantos. Yo me iba a Estados Unidos unos seis meses y traía material que venía de volada. Así fue como surgió. Le faltaba promoción, la gente no conocía mucho, todavía al cien por ciento, no había tantos lugarcitos como hay ahora, o tiendas como hay ahora. Ahora hay más cotorreo.

—¿Cuáles son sus discos favoritos?

—Hay una banda que se llama Spooky Tooth, Toncho Pilatos de aquí de Guadalajara, La Revo, esas me gustan mucho. Tengo sus discos ahorita de momento, pero si sale comprador, los vendemos, ya no nos podemos quedar con nada. Ya no puedo. Cuando vendí mi colección sí como que se me rompió el corazón. Ya ahora en la actualidad, si hay un disco que me gusta lo pongo en la tienda y lo disfruto, porque sé que mañana se va a ir, entonces ya no me enamoro como en aquel tiempo, pero sigo con esa flama de que esto es lo mío.

—¿Cómo aprendió a soltar algo que había atesorado?

—Creo que aprendes como tocar un instrumento de música o un idioma, aprendes conforme vas avanzando; que realmente te nazca, sea lo tuyo, que lo hagas con gusto, porque sino de otra manera anda haciendo uno las cosas renegando y no salen, yo pienso que esa es la base.

—La flama que se le prendió cuando escuchó a las primeras bandas ¿sigue vigente?

—Pienso que sí, porque sino hubiera eso, no perdurara eso, yo creo que ya tendría otro trabajo. Simplemente ir a un concierto y que identifique un cliente, una persona que te conoce, te motiva, te hace como sentir que vale la pena; que un grupo nos reunamos (en el Tianguis Cultural) para compartir nuestros gustos, disfrutar, no a una peleadera, sino que realmente vayamos a organizarnos para disfrutar y convivir más que todo. Yo siento que ahora sí que hasta que nos muramos, hasta que quedemos aquí. Así lo veo ya, pues ya tengo 57 años ¿Ya que tanto me falta para que el Peje (presidente Andrés Manuel López Obrador) me jubile?

Playeras de bandas de rock
El Tianguis Cultural de Guadalajara es conocido por encontrar productos alusivos al rock y sus subgéneros.

—¿Tuvo miedo en algún momento? ¿Creyó que el rock se iba a acabar?

—Hubo un momento que sí, porque se detiene la venta y te pone así. Pero luego llegó, por ejemplo, el repunte del vinilo y otras cosas, y eso empieza a dar frutos otra vez a este cotorreo. Ha habido de todo.

—¿Cree que en el futuro se llegue a terminar?

—Yo creo que tengo trabajo para toda la vida aquí, pero siento que si se llegase a terminar esto, a mi forma de ver, yo pudiera vender en Internet toda la vida y no me la acabo. Seré sincero, no lo he hecho (de vender) en Internet porque no me doy abasto, mis hijos me ayudan pero no al mil por mil, no se puede porque están en su escuela y su cotorreo.

—Eligió esto como su manera de vivir

—Sí. Una vez una persona me dijo ‘oye, Ramiro ¿vas a vivir toda tu vida de la música?’ Me dejó patinando. Y sí me quedé así de que pues, es lo que me gusta a mí, pero pensé ‘¿realmente en un futuro podré sobrevivir?’. Gracias a Dios ya he hecho mi casa, mantenido a mis hijos, les he dado su carrera, y aquí estamos todavía, ya viejos, pero aquí estamos, me da gusto que mis clientes se vayan contentos porque consiguieron una pieza aquí. A veces hay detalles, que sale mal un disquito, lo cambiamos, no hay pedo, nosotros siempre tratamos de todo eso evitarlo y darle para adelante, tratar de que si esto es lo que nos gusta encontrarle solución.

Ramiro Flores y Sergio Alvarado posan para la foto. Al fondo, playeras de bandas de rock, y al frente de ellos, discos de música.
Ramiro Flores y Sergio Alvarado en el puesto de Alto Voltaje en el Tianguis Cultural de Guadalajara.

Fotografías: Jonathan Bañuelos

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Jonathan Bañuelos
Reportero de Ciudad Olinka. Ha trabajado para NTR, Mural, Más por Más GDL, La Jornada Jalisco y Radio UdeG Ocotlán.