La desaparición de Ángel Nuño es para su madre, la artista plástica Angélica Nuño, un capítulo con matices, más inclinado hacia lo oscuro.
“Me he mantenido entre el coraje, la esperanza y el dolor. Mi vida ha sido así desde el primer día, casi cada día”.
Ángel Nuño fue privado de la libertad en su domicilio en la colonia Independencia, en Guadalajara, el 23 de septiembre de 2022.
Desde entonces Angélica lo busca, y tras varios meses sin pintar, empieza a retomar lápices y brochas como un catalizador de emociones.
“Sentía mucha necesidad de pintar pero no podía. Es que el dolor a veces te inmoviliza, te hace que te quedes sin hacer nada; no es nada más de lo físico, es del pensamiento, del espíritu, de la mente, de los sentimientos”.
En sus trazos, expresa la tristeza que siente por vivir en la incertidumbre, ese limbo entre el pasado, presente y futuro por desconocer el paradero de su hijo.
“Todo lo que yo hago siempre me lleva a la tristeza, al dolor, al sufrimiento, y digo ‘no sé, si yo vivo del arte, si alguien quiera comprar piezas de arte que hablen del sufrimiento’, entonces estoy pintando para mí, sobre todo dibujando”.
Entre la esperanza
Desde la desaparición de Ángel Nuño, recibió tres veces llamadas de sus presuntos captores, quienes le piden dinero a cambio, pero no le aseguran que lo tengan.
“Es como un juego que nos dicen que está vivo, que no está vivo, que nos lo van a dar”.
Amigos, familiares y el colectivo Luz de Esperanza la acompañan en esta búsqueda, y aunque reconoce que la atienden “bien” en la Fiscalía del Estado, el caso permanece sin ser esclarecido.
“Yo llegué a la conclusión de que sólo las personas que se lo llevaron son quienes pueden decirme dónde está y que pueden regresarlo, y es ahora sí la única esperanza que yo tengo”.
Ángel Nuño, de 31 años, estudió gestión gubernamental y políticas públicas pero ejercía como comerciante al momento de su desaparición; tiene un hijo de cinco años.
Denuncia y resistencia
A un año de la desaparición de Ángel Nuño, Angélica encabezó un acto de denuncia y resistencia.
Se realizó en Plaza de Armas, en Guadalajara, el 23 de septiembre de 2023.
La acompañaron familiares de personas desaparecidas, así como amigos y colegas, poetas, bailarines, cantantes, fotógrafos y periodistas.
Las actividades significaron para Angélica un sentimiento encontrado, por saberse acompañada y al mismo tiempo desolada por la falta de su hijo.
“Me da gusto, me da felicidad, pero a la vez me da tristeza, porque yo siento que no tengo derecho a tener felicidad, porque digo ‘cómo puedo sentirme feliz, si no sé dónde está mi hijo, si come, sino come, si vive o ya murió”.
Lo que sí, es que compartió que manifestarse a través del arte es importante porque permite visibilizar una situación tan lamentable.
En Jalisco hay más de 14 mil personas desaparecidas, de acuerdo con el Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición.
Fotografías: Raúl Méndez
