Por Samanta Paredes López e Iván Serrano Jauregui
Quien crea un monumento busca inmortalizar la vida y obra de un personaje, que, por lo regular, legó una contribución relevante para la humanidad.
En Guadalajara, justo en el cruce de las avenidas Américas y Boulevard Adolfo López Mateos, un Cristobal Colón con mirada estratégica busca alcanzar el límite del horizonte sur de la urbe, apoyado de un globo terráqueo y sujetando lo que parece un mapa.
Con postura inquieta, esta escultura creada por el artista de Poncitlán, Jalisco, Juan José Méndez, domina las alturas de esta zona de la ciudad.
Y aunque la intención es guardar la memoria de la hazaña de “descubrir el continente Americano”, existe otra lectura de la historia: Colón no descubrió ningún continente y lo que sí hizo fue abrir la puerta a la dominación europea en los pueblos originarios desde Alaska hasta Argentina.
A partir de esta visión decolonial, varios pueblos en el mundo han optado por derribar o mover estatuas en honor a colonizadores Europeos.

En la Ciudad de México, el emblemático monumento a Cristobal Colón del Paseo de la Reforma, creado por el artista Charles Cordier en 1887, fue retirado en 2021 por parte del gobierno de dicha metrópoli.
En Guadalajara esa idea no ha permeado; sin embargo, hay especialistas en arte que cuestionan la pertinencia de dicho monumento.
El especialista en escultura Francisco Javier Ramirez Malo, docente del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), explicó que le “parece muy raro que coloquen a Cristobal Colón en la avenida Américas, ya que en el camellón (desde López Mateos a avenida Mexico) también están bustos de algunos libertadores de países americanos”.
Algunos de ellos son Miguel Hidalgo y Costilla (México), Simón Bolivar (Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú), Bernardo O’Higgins Riquelme (Chile), etcétera.
“Por eso es ilógico que lo coloquen en esa avenida”.

Añadió que el valor estético de la escultura pertenece a “una época donde se quería presentar una imagen de nación”.
“Pero a la vez una imagen con ciertos mitos, ya que antes no se enfocaban tanto en dar algunos detalles que se dan ahora”.
Y dijo que no está en contra de que quiten esta escultura, ya que ahora los presidentes quieren llenar las ciudades de esculturas, y prefiere que dejen esa a otra peor.
“El pasado no cambiará aunque tumbemos monumentos”
El arqueólogo y experto en patrimonio arquitectónico Erick González Rizo, también docente del CUAAD, añadió que el monumento de Cristóbal Colón se hizo innecesariamente controvertido.

“Si bien la conquista sí fue un hecho violento y de explotación, como ocurrió con cualquier imperio, se ha puesto en énfasis derribar monumentos”.
“Cuando en realidad es una parte que no se puede negar de la historia de México y América”.
Dijo que las estatuas de colonizadores de la historia deberían permanecer, al igual que se debe realzar la memoria de personajes indígenas.
“Dar un lugar más protagónico a las comunidades indígenas no pasa por destruir la otra parte, pues sería negar la otra parte de la historia”.
Indicó que si cierto monumento llega a causar descontento público, una opción sería retíralo del lugar pero llevarlo a un museo, para que se pudiera leer desde distintos contextos históricos.
Algunos monumentos de líderes indígenas
Monumento a Cuauhtémoc, en Analco
Cuauhtémoc, cuyo nombre náhuatl significa “Sol que desciende” o “Águila que desciende”, fue el último huey tlatoani o rey-sacerdote azteca, quien tomó el mando para defender a su pueblo en plena conquista española,se ubica en la calle Los Ángeles 218, colonia Las Conchas, en Guadalajara.

Francisco Tenamaztle, en Plaza Fundadores
Tenamaxtli, Tenamaxtle, Tenamaztle, también nombrado por los españoles Francisco Tenamaztle o Francisco Tenamaxtli, fue un guerrero indígena caxcán, hijo de señor de Nochistlan y uno de los principales líderes de la rebelión conocida como la Guerra del Mixtón ocurrida durante 1541 y 1542.

La Reina Cihualpili, en la Plaza Principal de Tonalá
Al ser bautizada Cihualpilli recibió el nombre de Juana Bautista; y su hijo que se llamaba Sangengui Xochitla recibió el nombre de Santiago Vázquez Palacio. Cuando partió Nuño de Guzmán dejó al capitán Diego Vázquez Buendía con algunos soldados a fin de que cuidaran las tierras conquistadas.

Fotografías: Guillermo Cerpa, Hebert Hernández, Iván Serrano Jauregui