
Le llaman de diferentes maneras: Glorieta del Huevo, el Huevo alado o la Turboglorieta.
Pero para quien transita frente a ella por primera vez su atención se enfoca en tratar de descifrar a qué tipo de animal corresponde el ala enorme que sale del huevo.
Esta obra, que data de 2011, la creó el artista Octavio González Gutiérrez, con el patrocinio de la Asociación de Avicultores de Tepatitlán de Morelos, Jalisco, y por lo tanto supone que dicha ala es la de un gallo o gallina.
Este gran huevo y su ala son de acero espejado y bronce.
Y, en conjunto, la escultura tiene una altura de 5 metros y está sobre un pedestal de concreto de 10 metros. Antes tenía una placa que ya alguien robó y que decía:

“La avicultura sin límites”.
Situada en el cruce de las carreteras libre Tepatitlán-Zapotlanejo y la Tepatitlán-Yahualica, la Glorieta del Huevo es un monumento que busca honrar la producción de huevo de este municipio de la Región Altos Sur, que destaca a escala nacional.
Los nuevos monumentos de arte rural
“No hay pueblo sin estatua y no hay estatua sin mensaje adjunto”, recuerda el escritor Carlos Monsiváis.
Y dado que la creación de monumentos en entornos rurales, como la Glorieta del Huevo, es un fenómeno relativamente nuevo, que data de finales del siglo XX a la fecha, un grupo de investigadores del CUAltos analizó la importancia de los mismos.
En el artículo Elogio de la diversidad. Los nuevos monumentos del mundo rural, las y los geógrafos de la UdeG Patricia Arias, Julio César Castro Saavedra, Martha Muñoz Durán y Imelda Sánchez García lo explican.
El inventario del proyecto documenta 41 monumentos localizados en su mayoría en Jalisco, Michoacán y Guanajuato, que los clasifican en tres grupos: “frutos, productos agroindustriales y manufacturados”.

“Esta obras permiten leer trayectorias locales según si el producto se cultiva, se transforma en sitio o se manufactura”. En el caso de la Glorieta del Huevo entra en la sección de agroindustria.
“La proliferación de esculturas a productos rurales desde los años 90 del siglo XX marca una ruptura con el paradigma: ahora son colectivos productivos y vecinos quienes patrocinan piezas que cuentan sus historias”.
Esto porque antes las esculturas estaban destinadas a personajes que destacaban ideales políticos y religiosos, siendo una herramienta de legitimación del poder de las altas esferas.
Ahora, los monumentos rurales son “sello de identidad actual” para quienes los erigen y los habitan. “Con ello, visibilizan cambios económicos y nuevos actores locales que se apropiaron del lenguaje del desarrollo”.
“Y reivindican la diversidad del mundo rural”, mediante esculturas que son emblemas públicos de oficios y cadenas productivas que los vecinos promueven o patrocinan.
Los huevos de México son de Los Altos de Jalisco
Según el presidente municipal de Tepatitlán de Morelos, Miguel Ángel Esquivas, en 2025 se registra la producción de más de 70 millones de huevos al día.
Esto lo aseguró en la presentación del Festival del Huevo 2025, que organiza el Centro Universitario de los Altos (CUAltos) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
“Tepatitlán es la Capital Mundial del Huevo, el corazón de la producción en México”, dijo Esquivas.

De enero a agosto de 2025, en todo el país se produjeron 2 millones 245 mil 612.875 toneladas de huevo para plato, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura del gobierno mexicano.
De ese total, en Jalisco se producen 1 millón 206 mil 011.400 toneladas, que equivale al 53.71 por ciento (redondeado a 54) del total nacional.
“Tepatitlán es el epicentro de la producción del huevo a nivel nacional, contribuyendo con un tercio de producción del estado (…)”.
“Que a su vez es casi el 54 por ciento de la producción de todo el país”, comentó el alcalde de Tepatitlán de Morelos.
Indicó que aproximadamente se producen en Los Altos de Jalisco más 73 millones de huevos.
Son 50 empresas que integran la asociación avícola de Tepatitlán.


Fotografías: Iván Lara González




