
El escultor Juan José Méndez Hernández, originario de Poncitlán, Jalisco, fue quien se encargó de darle vida e identidad a Guadalajara y a Jalisco, con sus creaciones.
Méndez Hernández nació un 25 de abril de 1935, pero desde pequeño vivió en Ameca.
Desde corta edad ya empezaba a crear con sus manos, utilizando el lodo o incluso la cera de las velas.
Este artista fue un caso particular en su familia, pues no creció en una familia donde hubiera más escultores: él fue el primero.
Ese afán de crear lo llevó a aprender aún más y a prepararse, lo que terminó como una carrera llena de trabajo y de obras escultóricas reconocidas en la capital de Jalisco y diversos municipios.

En su tercer año de secundaria entró como un aprendiz al taller del escultor José Pablo Macías Pinto, quien se convirtió en un mentor.
Luego realizó varios cursos en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara.
En la trayectoria de aprendiz de Juan José Méndez Hernández, otro de los momentos clave fue cuando trabajó con el reconocido arquitecto Julio de la Peña.
Haber trabajado con quien se encargó del diseño de La Minerva, la Casa de la Cultura Jalisciense y la Biblioteca Pública del Estado, entre otras ubicaciones, le significó ser recomendado por él para realizar esculturas encargadas por el gobierno.

Su trabajo fue tan destacado, que en 1966, Juan José Méndez Hernández recibió el Premio de Jalisco, otorgado por el gobierno de Jalisco, por su sentido nacionalista impreso en sus obras.
Este artista poncitlense falleció el 22 de enero de 2015 en Guadalajara, Jalisco.
El arte escultórico de Juan José Méndez Hernández
Las esculturas que Juan José Méndez realizó, y que posteriormente fueron ubicadas en diversos puntos de la ciudad, fueron encargos por el gobierno.
En todas ellas él imprimió con un toque particular, que era el “movimiento, la fuerza, que reflejara al personaje que se le mandara hacer”.
Esto lo recuerda su hijo, Juan José Méndez Vega, en entrevista para Ciudad Olinka, quien continúa con el legado de su padre en la creación de esculturas y restauración de obras.

La exposición de virtudes en los personajes que erigió su padre fue el sello de sus obras, “esa evidencia de su talento” con el que realizó decenas de esculturas durante años.
“Él reflejaba mucho el movimiento, y yo pienso que es lo que caracteriza las esculturas de mi papá, el movimiento físico, y los reflejos de superioridad”.
Para apreciarlo, basta ver las antiguas obras como el Monumento a los Niños Héroes, ubicado en avenida Chapultepec de Guadalajara.
Pero también el Mercurio a las afueras de la Cámara de Comercio de Guadalajara; o el Monumento a la Madre Patria, ubicada en la Plaza de la República.
También el arte sacro fue otro de los ámbitos en el que Juan José Méndez trabajó durante años, creando y restaurando importantes esculturas religiosas.

El legado, su más grande escultura
Prácticamente en cualquier lugar de Guadalajara es posible encontrar una escultura hecha por Juan José Méndez Hernández.
Su hijo recuerda que las esculturas que más le gustaban a su padre fueron el Monumento a la Madre Patria, Emiliano Zapata o la estatua de Miguel Hidalgo del Puente de Calderón, en Zapotlanejo.
Algunas de las obras más reconocidas fueron las siguientes:
- El Amo Torres (1996). Ubicación: Frente al Mercado Corona, Guadalajara.
- Monumento a la Madre Patria (1967). Ubicación: Av. México en Guadalajara.
- Fray Antonio Alcalde (1992). Ubicación: Jardín Botánico, frente al Hospital Civil Viejo de Guadalajara
- Estatua monumental al libertador Miguel Hidalgo (1987). Ubicación: Parque ecoturístico Puente de Calderón
- Monumento José María Mercado (1969). Ubicación: Calzada Independencia y Javier Mina.
Según el sitio del Museo Claudio Jiménez Vizcarra, el escultor también creó:
- Monumento a la Madre, en Santa Anita, Zapopan.
- La Diosa del Maíz, en Plaza de las Américas en Zapopan.
- Estatua de Francisco Zarco, Ciudad de México.
- La estatua ecuestre de Emiliano Zapata, en avenida Laureles y Parres Arias, en Zapopan.
- El Busto de Beethoven, en avenida México y calle Beethoven, Guadalajara.
- La estatua de Anacleto González Flores, en la Plaza Universitaria de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
- Las estatuas de San Francisco Javier y La Virgen del Templo San Javier de las Colinas, en Zapopan.
- El Cristo Resucitado, del Templo La Madre de Dios, en Guadalajara.
- El Cristo Policromado, de la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México.
- El Cristo Resucitado de la Parroquia San Miguel Arcángel, en la localidad de El Pitillal, Puerto Vallarta.
[ 🗽Te puede interesar: Zapopan pierde monumentos a Zapata y Hemiciclo a Juárez creados por Juan José Méndez Hernández ]
Por otro lado, Juan José Méndez también se dedicó a restaurar decenas de esculturas que hoy se encuentran esparcidas en el Área Metropolitana de Guadalajara.
También ubicadas en diversos municipios de Jalisco, hasta otras zonas del país, como en Michoacán, Quintana Roo, Querétaro y Aguascalientes.
Fotografías: Iván Serrano Jauregui y Cortesía