Docu al parque cumple en septiembre cinco años de exhibir documentales mexicanos en espacios públicos de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Su sede principal es el parque del Refugio, donde los miércoles reúnen a vecinos de los barrios aledaños y a un público de jóvenes adultos.
Cecilia Medina, encargada del montaje y la producción, comparte que este proyecto colectivo busca difundir documentales, formar audiencias y apropiarse del espacio público.
Durante el quinquenio que llevan lograron cumplir con esos objetivos, como se puede observar en la afluencia del público y la variedad de sus documentales.
Difusión del talento mexicano
Para Itzmalin Benítez, quien se encarga de gestionar y conseguir las cintas que serán proyectadas, Docu al parque llegó para difundir las obras de directores mexicanos.
Ante la carencia de pantallas que exhiban cine mexicano, organizaron este proyecto que suele incluir charlas con los creadores al final de cada función.
Existe una preconcepción, dice, de que los documentales son aburridos o pedagógicos, pero en realidad tienen estructuras dramáticas, narrativas y estéticas “magníficas”.
Cecilia añade que a través de estas piezas audiovisuales incitan a la reflexión del público, lo invitan a conocer problemáticas sociales cercanas.
Documentales sobre desapariciones forzadas en México, contaminación, medio ambiente o comunidades indígenas forman parte de la lista de las cien películas proyectadas.
“Tenemos la convicción de que el cine es una herramienta muy importante que facilita la comunicación y encuentro social”.
Formación de público
Docu al parque reunió en principio a los propios organizadores, sus compas y familias, ahora en cada exhibición acuden cerca de 60 personas al parque del Refugio.
Pero también han llegado con el proyector a colonias como Polanco, Oblatos y Santa Celilia, donde los vecinos se mostraron enteramente agradecidos y emocionados.
En una ocasión, relata, fueron al Valle de los Molinos, en Zapopan, donde no existe ni siquiera el cine comercial, y la niñez del lugar se mostró sorprendida por la pantalla.
“Ese tipo de cosas es lo que nos motiva a realmente seguir. Aquí ya tenemos un público formado pero cuando vamos a geografías donde no se lleva el cine, la gente nos agradece por ir y se abre al diálogo”.
También han proyectado documentales en asilos, centros de rehabilitación y casas hogares.
Al final de las proyecciones, se realizan charlas entre el público y los organizadores, y en ocasiones incluso con los directores de los documentales, comparte Itzmalin.
“Siempre hemos tratado de provocar el diálogo entre los participantes y a través de ello hemos podido tener otras visiones”.
El barrio y la gente
Otro de los ejes que abarcó Docu al parque fue la recuperación del anfiteatro del parque del Refugio, el cual se encontraba en un estado de abandono, comparte Itzmalin.
“Veíamos que estaba solo y decidimos usar este espacio, tomarlo y hacer comunidad a través del audiovisual”.
El camino fue difícil, pero a cinco años de distancia, valió el esfuerzo y las acciones emprendidas de la mano de un grupo de voluntarios.
Es como un sueño hecho realidad, comparte Cecilia, gracias a la constancia y a la pasión por el cine documental.
Para celebrar su quinto aniversario, Docu al parque proyectará durante septiembre una selección especial de documentales.
Fotografías: Facebook Docu al parque | Jonathan Bañuelos