Por: Jhoseline Ramírez para Letra Fría


Entorno

Los ríos Cuitzmala y Purificación, que atraviesan parte de la Costa Sur de Jalisco, son monitoreados con insectos acuáticos.

Se trata de un proyecto a nivel nacional que busca ampliar información para que se implemente en reservas de agua, comparte la doctora Francia Elizabeth Rodríguez, investigadora del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur).

La doctora Rodríguez es postdoctorante en el Doctorado en Ciencias en Biosistemática, Ecología y Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas del CUCSur y capacita a voluntarios y estudiantes para colectar y monitorear la calidad del agua con insectos que habitan ahí.

Detalla que estos organismos son ampliamente utilizados en otras partes del mundo y en México para determinar la calidad de los ríos.

Actualmente la doctora Rodríguez lleva a cabo el proyecto Monitoreo científico y comunitario con insectos acuáticos en los ríos Cuitzmala y Purificación para implementar reservas de agua con estudiantes y voluntarios.

A su vez este programa forma parte del proyecto Ecohidrología para la sustentabilidad y gobernanza del agua, cuencas para el bien común.

“Este proyecto a nivel nacional lo que busca es ampliar información, para que se implementen reservas de agua, esto quiere decir que se le deje agua al río, que no lo sequen completamente como pasa en algunas partes, que no debería ser así”.

¿Cuál es la función de los insectos?

Dentro del río estos insectos tienen diferentes funciones, como limpiar la materia orgánica que cae al agua, por ejemplo, la hojarasca del río.

Otros se comen algunos organismos considerados como plagas; también sirven como alimento para los peces, chacales, aves, reptiles o anfibios que ahí habitan.

Así como en la tierra los insectos son abundantes y diversos, también los que viven en el río tienen altos niveles de sensibilidad.

Unos son muy resistentes y aguantan niveles de contaminación o alteración a su hábitat y hay otros muy sensibles, que ante cualquier cambio de la calidad o del sustrato, van a desaparecer.

Francia Rodríguez explica que entre los mas tolerantes y los sensibles se encuentran los intermedios.

En el proceso se toma una muestra de varios insectos, por lo general son 100 organismos, de ahí se utilizan unos índices bióticos. Si la muestra incluye todos los insectos (resistencia alta, media y leve) se puede decir que el sitio tiene mejor calidad.

El proyecto implica monitoreo científico y monitoreo comunitario.

El monitoreo científico se esta realizando en diez sitios. El proyecto se ubica en cinco puntos en las cuencas del río de Cuitzmala y cinco más en las de Purificación.

En cuanto al muestreo comunitario, la zona en la que se esta trabajando son en los municipios de Casimiro Castillo, Cihuatlán, Cuautitlán de García Barragán, La Huerta, Tomatlán y Villa Purificación. El proyecto planteó que la recolección fuera en tres sitios de cada río.

¿Sustitutos a pruebas químicas?

La doctora Francia Rodríguez dice que no. Sin embargo, explica que los insectos acuáticos nos pueden dar una visión de cómo está la calidad de un ecosistema en un mediano o corto plazo, es diferente a tomar análisis de agua.

“Cuando tu tomas una muestra para hacerle análisis físico químicos, es como una fotografía, porque tú solamente tomas la muestra y la llevas al laboratorio, pero puede ser que cinco minutos después avienten una sustancia y entonces tú no te diste cuenta”.

Para explicarlo mejor, Francia pone de ejemplo las situaciones que pasan con los ingenios que a veces descargan aguas residuales en los ríos.

Cuando esto pasa, hay mortandad de peces… Como ellos viven ahí al igual que los insectos, nos pueden reflejar qué es lo que pasa en un mediano plazo.

“No es que sustituyan a los físico químicos porque no nos va a dar con tal precisión qué sustancias tiene el agua. Sin embargo, nos puede decir a grandes rasgos si hay contaminación orgánica o alteración en el hábitat”.

Supongamos que hacemos un muestreo con insectos y otro análisis físico químicos, ambos al mismo tiempo.

Imaginemos que en el muestreo con insectos siempre encontramos los mismos organismos en el río y al mes o dos meses siguientes volvemos a ir y nuevamente se toman muestras.

Los análisis físico químicos pueden mostrar que no hay alteraciones en el agua, sin embargo si el muestreo con insectos se altera esto indica que algo pasó. Los físico químicos nos dicen cómo está el agua en ese momento, pero el agua sigue corriendo.

Otra cuestión que resalta la doctora Francia es el hecho de que los análisis físico químicos tienen un costo y requieren aparatos. Este hecho complica que se les de seguimiento a estos muestreos que tienen un costo.

Utilizar insectos para determinar la calidad del agua es sencillo y barato, de hecho, como tal no tiene un costo ya que se pueden utilizar utensilios sencillos, por ejemplo un colador.

“Lo que sí se necesitan son las claves locales, porque existen muchas claves o libros que abarcan organismos o estos insectos acuáticos de otros países”.

“Entonces en lo que se esta trabajando, es en una guía con las familias en la orden de taxonomía de los insectos acuáticos que están acá en esta zona”.

Actualmente la doctora Francia está trabajando en esta guía para que los voluntarios que harán un muestreo comunitario tengan previamente una capacitación.

Ventajas de trabajar con insectos acuáticos

Utilizar estos organismos para monitorear la calidad de los sistemas acuáticos es algo común a nivel mundial, en algunos países incluso están considerados en las normas oficiales, como protocolo.

Los peces también son utilizados como herramienta para monitorear la calidad de los ecosistemas acuáticos.

La diferencia que tienen los peces de los insectos acuáticos, es que los peces, por su tamaño tienen un rango de movilidad mayor que los insectos acuáticos.

Por lo tanto si alguna sustancia extraña se vierte en el río es más probable que los peces puedan huir, a diferencia de los insectos.

“Otra de las ventajas que tiene hacer el muestreo con insectos y no con peces es que cuando los ríos son más pequeños o están más aguas arriba”.

“Nosotros les decimos orden 1 u orden 2, cuando apenas va naciendo el río o va creciendo el río, no siempre vamos a encontrar peces, porque el río o arroyo tiene muy poca agua, entonces, estos organismos (insectos acuáticos) sí los vamos a encontrar en todos lados”.

La doctora Rodríguez quiere que cada vez sea más grande el número de voluntarios para el monitoreo comunitario de ríos.

Por ello mantiene abierta la inscripción de prácticas profesionales en el Centro Universitario de la Costa Sur, de la Universidad de Guadalajara.

“Todos podemos poner de nuestra parte desde donde estemos y en lo que hagamos. Recordar también que el río nos conecta a las comunidades, que lo que hagamos en la parte del río donde vivimos, los efectos van río abajo en donde alguien más utiliza esa agua”.


Fotografías: cortesía Letra Fría

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