Tras dos años de ser proyectada y triunfar en diversos festivales de cine, la cinta tapatía Los años azules, de la directora Sofía Gomez Córdova, egresada del Departamento de Imagen y Sonido (DIS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), por fin llegará a los cines comerciales este 18 de enero.
Será en los complejos Cinépolis y Cinemex de Guadalajara, Ciudad de México, Puebla, León, Mérida, Oaxaca y Toluca, donde el público podrá ser espectador de la historia de cinco jóvenes de distintas partes del país, quienes cohabitan en una casona del Centro tapatío y que son partícipes de conflictos derivados de comenzar a vivir con gente desconocida.
Para Gómez Córdova esta situación es de gran alegría, pues representa una gran oportunidad de que la obra llegue a distintas plazas de México y, consideró, es el resultado de un gran esfuerzo.
“La película fue un paso importante en una serie de esfuerzos para encontrar métodos de gestión de recursos para producción y generación de audiencia, para conectar mejor con el público y generar una comunidad en torno a la película. Más allá de lo que la cinta logre como obra, esta exploración de hacer las cosas los más independientemente posible es algo que se queda con la comunidad, para que se pueda replicar y mejorar”, indicó.
Para llegar a los cines comerciales se gestó una asociación con la distribuidora Alfhabill, que fue la que logró la obtención del estímulo fiscal para distribución, del artículo 189. La cineasta dijo que este fue uno de los procesos más difíciles, pues para una película como Los años azules, el costo de proyección es de cientos de miles de pesos.
Invitó al público a que este fin de semana del viernes 18 de enero acuda a los complejos cinematográficos a ver el filme, pues a partir de la aceptación del público durante las primeras funciones dependerá su permanencia en salas los siguientes días.
Mayor aceptación entre los que han sido roomies
Además de los premios que Los años azules ha obtenido en distintos festivales, el éxito también se materializa con lo que la historia deja en la gente. Gómez Córdova ha sentido el pulso de lo que lo que esta obra audiovisual logra.
“He escuchado comentarios de personas que han tenido una experiencia similar al de la historia, en el sentido de que vivieron la emancipación entre los 20 y 30 años, y compartieron espacio con personas distintas, en otra ciudad. Se sienten identificadas con las emociones que la película retrata. A la gente de provincia les gusta mucho sentir una conexión con el asunto de los acentos y las referencias a lugares que no son comunes en el cine mexicano”.
De igual forma, compartió, “me ha gustado mucho que personas de otras generaciones refieran sobre cómo se aborda el tema de la diversidad sexual, al incorporarlo con total normalidad. También de cómo a padres de familia el filme les hizo entender mejor a sus hijos”.
La también académica del CUAAD aseguró que seguirán en búsqueda de más ventanas para la distribución de la película. Recordó que para la producción estuvieron involucradas 12 coproductoras y profesionales, y que al concluir el rodaje recibieron el apoyo del Gobierno de Jalisco, a través de la Comisión de Filmaciones, para afinar la postproducción.
Premiada desde su estreno
Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2017: Premio Mezcal a Mejor Dirección, para Sofía Gómez Córdova; Premio Mezcal a Mejor Actriz, para Paloma Domínguez, en el papel de “Diana”. En esta edición, la cinta también obtuvo el Premio FIPRESCI.
Guanajuanto International Film Festival 2017: Mejor Largometraje de Ficción Mexicano.
Festival Internacional de Cine de Monterrey 2017: Mejor Largometraje Mexicano.
Entre las nominaciones más relevantes en la que ha estado Los años azules es a Mejor Ópera Prima en los Premios Ariel 2018, y Mejor Película en el Cinema Jove-Valencia International Film Festival 2017.
Sinopsis
En el Barrio del Santuario, en el Centro de Guadalajara, existe una antigua casa donde cinco jóvenes deciden vivir para emprender sus sueños y aspiraciones en la gran ciudad, una vez que decidieron salir de su hogar en busca de una vida propia.
Sus personalidades, gastos, problemas y deseos derivan en situaciones que son vistas por “Schrödinger”, un gato que es el inquilino silencioso que forma parte de la casa. A través de su mirada conocemos los conflictos de estos muchachos provenientes de distintas regiones del país, que encuentran el camino hacia conformar una familia disfuncional.
Fuente: Universidad de Guadalajara
Información: Iván Serrano Jauregui
