Cerca de la Barranca de Huentitán, una escultura impone un hermoso mensaje a los paseantes. “Un eco es muchas veces más bello que la voz que repite”, reza frente a cientos de viviendas.
Se trata de Mathias, creada por el artista visual nayarita Aldo Álvarez Tostado. Ésta mide 15 metros de altura y está hecha bajo una técnica de acero soldado.
Aunque es fría al tacto y frente a ella las palabras con que está hecha adquieren dimensiones esotéricas, la obra tiene un cálido propósito.
Justicia artística en el espacio público, con la escultura “Mathias”
Mathias llegó al Parque Lineal Demóstenes del municipio de Guadalajara en septiembre del 2024. Ganó el Premio de Escultura Juan Soriano en su quinta edición, destacando entre 55 obras de artistas plásticos.
Como parte de la convocatoria realizada por el Gobierno de Guadalajara, la pieza fue instalada entre los 600 metros del espacio público recuperado.
Para el artista, la ubicación fue un acierto, ya que “el Oriente siempre ha sido una de las partes menos favorecidas en cuanto al arte y el espacio público” en la ciudad.
Con esta obra, las personas ejercitan la imaginación y exploran los distintos significados que guarda la celosía lingüística.
También, sin necesidad de pagar entrada a un museo, son capaces de adentrarse a la historia de los dos arquitectos más influyentes del siglo XX: Mathias Goeritz y Luis Barragán.
Eco de triunfos robados en la arquitectura
La frase que esconde la escultura fue encontrada entre los objetos personales de Luis Barragán.
“La transcribió de un libro de Oscar Wilde. Entre paréntesis escribió Mathias, refiriéndose a Goeritz, cuenta Aldo.
Ambos arquitectos se conocieron en 1949. Juntos impulsaron la teoría de la “arquitectura emocional”, bajo un enfoque donde los sentimientos preceden la función de cualquier construcción.
Para 1953, su profunda simbiosis artística se materializaba en espacios como el Museo Experimental ECO y la Capilla de las Capuchinas Sacramentarias en Ciudad de México.
En ese momento, “la idea del eco estaba muy latente”, menciona Álvarez Tostado.
Sin embargo, la relación entre los arquitectos se fracturó con la inauguración de las Torres de Ciudad Satélite.
La escultura monumental, realizada en coautoría, recibió mayor visibilidad mediática por parte de Barragán.
Este hecho fue crucial y lamentable, ya que “la creación no es algo que se realiza de forma aislada”, menciona Aldo.
La historia, así como la profunda influencia de Barragán en Álvarez Tostado, fue la chispa que ayudó a fraguar Mathias.
“Me gustaría seguir involucrándome en proyectos de espacio público. También hay una postura arquitectónica y urbana”, comparte.
Sobre el autor
Aldo Álvarez Tostado nació en 1987 en San Pancho, Nayarit.
Es egresado y profesor de taller en la Escuela de Arquitectura del ITESO.
Sus exploraciones pasan por los mares del arte plástico, textil, vinil, gráfico y del lenguaje, con uso de materiales como el barro, madera, papel, cantera y piedra.
Aborda expresiones a través de íconos, lugares, experiencias, pensamientos, para crear objetos de uso cotidiano, totémicos o visuales.
Es fundador y director del estudio de arte utilitario Priedrafuego desde 2013 y del espacio de arte queer Todomundo desde 2021. Actualmente vive en la Ciudad de México.