“…Mucha gente se ha arrancado las orejas, sin que cese nunca el ruido”, susurra Fani Enrigue. Su lengua reptando en cada palabra. Una flauta suave se desliza.
La estática permanece acompañando la voz. “Si te levantas y no te duele nada, estás muerto”. Silencio.
Con este fragmento del poema “Solipsismo” comienza la décima entrega del podcast Musas inspiran musas. Luego, un xilófono baila y galantea, anunciando la voz de Irene Ruvalcaba.
“La escritura de nosotras se crea más allá del canon literario. Surge y habita de y en otras autoras, en las experiencias convocantes”, narra Irene.
Esta es la estructura inicial de dicho podcast en que se reúnen mujeres con influencia en Jalisco, que con sus letras avivan el espíritu creador de otras.
El espacio sonoro ha contado con la presencia de la ya citada Fani Enrigue. También, con Yara Patiño, Paty Mata, Mariana Pérez Villoro, Carmen Villoro, Marlene Zertuche, Sofía Cham y una decena Patricia Velasco, Abril Medina, Laura Solórzano y muchas más.
La conducción del programa está a cargo de Irene, y es un proyecto impulsado por la Secretaría de Cultura de Jalisco.
Con Mitzi Pineda en la producción y diseño sonoro, ambas transportan a los escuchas hacia los mundos imaginarios donde las escritoras gestan sus obras.
Creadoras que se volvieron Musas
En 15 minutos el escucha es capaz de navegar por fragmentos de la obra literaria escrita por mujeres jaliscienses. Poemas, aforismos, narraciones.
También, de descubrir las paradojas, anhelos, angustias, sueños y obsesiones detrás de la escritura creativa.
En cada episodio, las entrevistadas comparten quiénes las inspiran a crear. Mujeres que han leído y resonado en ellas, volviéndose sus musas.
Entre sonidos palpables como los de un piano o escurridizos como el agua o el vuelo de un zancudo, aterrizan ideas y sensaciones.
Con ellos, Mitzi Pineda, productora especializada en podcast, busca “sumergirnos en los lugares que las autoras estaban proponiendo al crear”.
Así, este podcast fusiona la literatura, el periodismo y la memoria sonora.
¿Cómo surgió la idea de Musas inspiran musas?
Musas Inspiran Musas es un proyecto original de Irene Ruvalcaba, poeta, escritora y promotora cultural de raíz zacatecana.
La idea se extiende por las vértebras de Líneas Negras, un colectivo que fundó en su tierra junto a Sonia Ibarra.
En los talleres que ahí se impartían, reconocían en la lectura “un vehículo para que otras continúen con el proceso creativo, dando paso a nuevas producciones”.
Las musas se arremolinaban junto a Irene buscando inspirar a otras, expandir sus límites geográficos.
Dejando en buenas manos dicho proyecto, ella se adentró en un extenso bosque de autoras femeninas jaliscienses.
“Si en Zacatecas (la escritura femenina) era una semilla, en Jalisco ya estaba grande el arbolito”, asegura Irene.
Pero hacía falta un espacio donde reunir las voces de las autoras, un lugar en donde compartir claves de escritura creativa y evocar sus inspiraciones.
A distancia, durante la pandemia, comenzó a crear cápsulas literarias junto a una amiga en el Sistema de Radio y Difusión de Zacatecas.
Pronto, el proyecto comenzó a tomar forma e impulso en la Secretaría de Cultura de Jalisco.
Mujeres juntas, ¡Marabunta!
Con este podcast “la idea era desmitificar el concepto de ‘musa’. No pelearnos con él, sino resignificarlo”, expresa Irene.
‘Musa’ es una palabra que proviene del latín y del griego. Según la Real Academia de la Lengua, significa “inspiración del artista o escritor”.
En la historia de la literatura, este concepto se refiere a la ficción de la mujer como fuente creativa para terceros masculinos.
Este hecho colocó en Irene Ruvalcaba un objetivo a su proyecto sonoro: mostrar que las mujeres han sido creadoras desde la antigüedad e inspiran a otras, a pesar de metáforas construidas por algunas.
“Sí podemos ser musas. Musas creativas, musas que leen. Que todo el tiempo han estado trabajando, teniendo o no habitaciones propias”.
Parnasos sonoros en el podcast
“Días después notamos que te estabas arrancando pedacitos del rostro”, narra Cindy Hatch, melancólica. Una puerta con la que denuncia su maltrato con un azote.
Alguien viene; se escuchan pasos. “A nosotras nos mirabas ardiendo y deseábamos ser una contigo, como al principio”.
Este es un fragmento de “La crónica del grito de la liebre”, escrito por la Cindy Hatch, la autora invitada en el tercer episodio del podcast Musas inspiran musas.
En cada episodio, la productora sonora Mitzi Pineda se adentra en las entrañas del escucha.
Con cada sonido, los límites entre la ficción y la realidad se vuelven porosos.
”Aquí es donde comienza mi proceso creativo (de la producción sonora) que despertó en el proceso creativo de ellas, con su escritura, sus cuentos”.
Para elegir cada paisaje sonoro, Mitzi analiza aspectos técnicos del texto como los conceptos. También toma en cuenta aspectos de la enunciación como el tono y el ritmo.
“Es muy bonito escuchar los textos de la voz de las autoras. Porque la intención con la que se lee es la intención original del texto”, asegura Mitzi.
Incluso, existe lugar para lo que Mitzi llama “caprichos de productora”, que son los momentos en que la fidelidad del sonido está por encima de cualquier cosa.
”Siendo una persona de Guadalajara tienes una memoria sonora sobre la avenida Federalismo. Entonces fuimos a grabar en la noche, que es el momento exacto en que se sitúa el poema”.
”Viste de negro. Lleva la mano derecha dentro del bolso de su chaqueta”, narra Lizzie Castro, quien con su voz templada vaticina un súbito acto.
En la calle, reina el rugido de un motor hueco. Uno pequeño y expuesto como el que llevan las motocicletas con carreta.
“Mi reacción es gritar: ¡NO! Atravesar avenida Federalismo sin fijarme si está en siga”.
“Llego al camellón, con el corazón palpitando durísimo”.
Musas inspiran musas cuenta con una primera temporada que integra 18 conversaciones con autoras jaliscienses y sus inspiraciones creativas. Este podcast se puede escuchar en Spotify.
Con este proyecto, Irene Ruvalcaba y Mitzi Pineda honran a la poeta Safo, quien hace más de dos mil quinientos años escribió:
“Yo afirmo que alguien se acordará de nosotras”.
Fotografías: Iván Serrano Jauregui