Osos gays se muestran en Coliseo, un fotolibro que compila imágenes de hombres en situaciones eróticas.


Los vellos del pecho se dejan de asomar cuando no hay camisa que los tape.

Es en una habitación, en el baño, o incluso en medio del bosque donde estos filamentos que crecen de la piel encuentran su estado de libertad.

Si esos pelos son abundantes en la piel de un varón cuyo cuerpo es robusto, gordo, ancho (ya sea alto o chaparro) y cuya afinidad sexual es la de encontrarse con otro hombre, entonces puede que se trate de un oso gay.

En esta subcultura del sector de hombres homosexuales hay quienes han asumido un acuerpamiento político.

Esto para hacer frente a la idea occidental de que la belleza del hombre gay radica en ser esbelto, musculoso, lampiño, blanco, fuerte e incluso varonil.

Dicha idea, incluso, está inserta como canon en la mayoría de los habitantes de la distintas sociedades del mundo, invalidando la diversidad de cuerpos.

El fotógrafo tapatío Orlando Torres Canela asume esa lucha social desde la trinchera del arte desde hace 15 años aproximadamente.

Pues ha fotografiado los cuerpos de hombres en sus espacios íntimos.

Tras años de retratar a hombres semidesnudos, desnudos, en sus casas, en bosques, donde no hacen mas que demostrar su lugar en el mundo, nace el fotolibro Coliseo, editado por Kahl Editions.

“Estos hombres gay se agrupan como respuesta al estereotipado homosexual de cuerpos esbeltos”, comparte el artista.

Cuando el espacio dialoga con el cuerpo desnudo

Para el también académico de la carrera de Artes Visuales para la Expresión Fotográfica del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la UdeG hay una mística entre el cuerpo y el territorio que éste ocupa.

“Algunas sesiones fueron en sus casas, para mí eso fue muy importante, porque aunque eran personas que yo conocía”.

El hecho de estar en sus casas y estarlas fotografiando fue distinto, por su manera de desenvolverse estando desnudos, mostrando sus miedos, sus fortalezas y su fragilidad”, explicó.

Es así como algunos de los escenarios que se ven en Coliseo están el Río Caliente del Bosque de la Primavera, en Zapopan, donde varios osos gays hacen un diálogo entre el cuerpo y la naturaleza.

La foto tiene el doble juego: mostrar y ocultar”.

Cuerpos reales que se ignoran

Las fotografías datan de 2008 a la fecha y muchas pertenecen al proyecto llamado Transgresiones, que Torres Canela comenzó desde que era estudiante en aquel año.

“Son cuerpos que vemos a diario, pero al verlos desnudos suele ser una confrontación del no estar de acuerdo, pues se prefiere centrar en el estereotipo que se nos ha impuesto”.

Son cuerpos que no suelen corresponder a la idea de lo bello, pues los hombres robustos y velludos no son lo ideal para una gran parte de la población; además de que son homosexuales”.

Orlando Torres Canela. Fotografía: Gustavo Alfonzo

Para el coordinador de Artes Plásticas, Visuales y Digitales de Cultura UDG, Ricardo Duarte Méndez, la obra de Torres Canela tiene “la audacia de abordar el cuerpo masculino contra los cánones estéticos”.

“En su obras compone nuevas narrativas, historias que nos adentran en lo íntimo de los cuerpos”.

Nos dota de nuevos imaginarios que nos permitan transitar por este mundo”, compartió Ricardo Duarte durante la presentación de este libro el 20 de mayo de 2024 en el Museo de la Artes de la UdeG.

Este libro se puede comprar en la página de la editorial: https://www.kahleditions.com/shop/home/62-coliseo-orlando-torres-canela-9781739881368.html 


Esta información parte de un texto publicado por Prensa de la Universidad de Guadalajara
Información: Iván Serrano Jauregui
Fotografías: Orlado Torres Canela y Gustavo Alfonzo

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Iván Serrano Jauregui
Reportero de Ciudad Olinka. Ha colaborado en Gaceta UdeG, Kä Volta, Revista Colibrí, El Diario NTR Guadalajara, Radio UNAM y Radio UdeG Ocotlán.