Medusa es un proyecto eco-artístico para visibilizar el grave problema de contaminación en el Río Santiago.


Sus tentáculos son medias rellenas de cabello humano que se recolectó a lo largo de tres años.

Ann Barba lo buscó en estéticas, convocó a que lo donaran a través de redes sociales.

Fueron miles de horas de esfuerzo para crear a la Medusa, un proyecto artístico y ecológico.

Mismo que consiste en una malla tejida con la cámara de una llanta de automóvil y que ahora se ve flotar en el Río Santiago.

Este viernes 22 de marzo, Día Mundial del Agua, inmersos en la pestilencia que viaja con la brisa de la ribera, decenas de participantes vieron cómo Ann Barba subió a una lancha para dejar a la Medusa flotar en las aguas sucias.

“Esto pesa 50 kilogramos, una vez que absorba el agua su peso se multiplicará“, dijo antes de zarpar en el Malecón de Juanacatlán.

Performance. Ann Barba colocó a “Medusa” en el Río Santiago, en los límites municipales de El Salto y Juanacatlán. Fotografía: Fernanda Velazquez

Con notable esfuerzo y con apoyo de dos compañeros trepó esta obra de arte a la lancha.

El Sol comenzaba a agonizar y el artista Paullie tocaba los loops de su música electro folk.

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Un ritual prehispánicos de sanación para pedir permiso a la naturaleza acaba de suceder hace unos minutos.

Los niños y las niñas de la Primaria “Josefina Mejía Jáuregui”, del Barrio de La Playa de Juanacatlán, reían y miraban inquietos lo que ocurría.

Ellos y ellas, junto con sus familias estaban siendo parte de una performance que es también una propuesta de limpiar lo que las industrias río arriba ensucian.

Buena voluntad. Familias de Juanacatlán participaron en la instalación de “Medusa” en el Río Santiago, interactuando en un ritual de sanación. Fotografía: Fernanda Velazquez

“Después de tres semanas vamos a analizar las redes para identificar qué contaminantes, de los mil que hay en el río, se pueden adherir al cabello”.

Una vez identificados los contaminantes, dijo Ann, se iniciará una etapa de biorremediación, con ayuda de un equipo técnico de centros universitarios de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Ella es optimista de que al menos algunos de los miles de contaminantes identificados en el Río Santiago se adhieran al pelo.

“Muchos son cancerígenos y provocan enfermedad y muerte”, recalcó.

Cuando éstos se identifiquen, será posible emprender nuevas intervenciones para limpiar este ecosistema.

Pero también, seguir visibilizando el grave problema ambiental en el Santiago, que, a decir de la artista, es resultado de la irresponsabilidad de los gobiernos.

Artefacto. “Medusa”, es un artefacto con tentáculos de cabello humano para recolectar contaminantes en el Río Santiago. Fotografía: Fernanda Velazquez

Se pretende que en un futuro la Medusa sea encapsulada en resina, para ser exhibida en otros espacios artísticos.

Por lo pronto, para Ann Barba y su compañera de proyecto Alitzel García, se sienten satisfechas de que la Medusa ya “habite” en las aguas.

Pues, aseguran, es un gesto de responsabilidad humana que avanza en el rescate del río asediado por las industrias.

 

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Luego de dejar a la Medusa flotar, amarrada de un árbol del Malecón de Juanacatlán, la lancha regresa a la orilla.

Los rostros de los presentes lucen apachurrados por el incesante brillo del Sol que se refleja en el agua y que apenas deja ver cómo la silueta negra del embarcación va creciendo hasta encallar.

Una vez en tierra firme, Ann corrió a los brazos de una niña, culminando así las decenas de gestiones con instituciones, horas de creación, socialización y apoyo de la comunidad.

Para próximos proyectos. Después de tres semanas de flotar en el río, se analizarán los contaminantes absorbidos por los tentáculos de “Medusa”. Fotografía: Fernanda Velazquez

A decir de investigadores del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) de la UdeG es posible recobrar su esplendor del río más largo de México.

“En diez años podríamos recuperarlo si no paramos en su saneamiento, recuperación, vigilancia, inspección y monitoreo”.

Esto comentó la profesora investigadora del Departamento de Estudios del Agua y la Energía del CUTonalá, Aída Alejandra Guerrero de León.

Para que se logre la limpieza, dijo, se tendrían que focalizar zonas urgentes donde la concentración de la contaminación es mayor, como ocurre en El Salto y Juanacatlán.

Donde habría que aplicar tecnologías de limpieza para los distintos tipos de contaminantes.

Si se corta el apoyo cada sexenio o cada cambio de gobierno, nunca lo vamos a recuperar”.

Urgente. El Río Santiago, en el tramo de El Salto y Juanactlán presenta niveles alarmantes de falta de oxigenación. Fotografía: Fernanda Velázquez

“Hay muchas acciones por hacer, pero si paramos cada sexenio, si ya no se le invierte recurso y nadie trabaja, seguiremos teniendo el mismo problema”.

Hay esperanzas de salvar al Río Santiago

La académica compartió que la zona más contaminada es en El Salto-Juanacatlán.

Pero han identificado zonas de la cuenca que mantienen una gran biodiversidad:

Como ocurre en el Río Zula, en el parque de Los Sabinos, Atotonilco el Alto; o incluso en La Presa Corona, que es un tramo del Río Santiago, cerca de Atotonilquillo, Chapala.

“Hicimos investigación de monitoreo de flora y fauna en la zona y encontramos una biodiversidad que no se había constatado. Hay zonas donde el agua cambia totalmente y mantiene la biodiversidad”, dijo.

En el Área Metropolitana de Guadalajara el Río Santiago se vuelve a contaminar, hacia Arcediano”.

Autolimpieza. Según investigadores del CUTonalá, el Río Santiago mejorara sus condiciones, en el tramo de San Cristobal de la Barranca. Fotografía: Leopoldo Garnica

“Pero después de San Cristóbal de la Barranca vuelve a cambiar su dinámica, según los procesos de depuración en varios tramos del río”, indicó Guerrero de León.

Guerrero de León compartió que en Jalisco 65 por ciento de los ríos de la cuenca Lerma-Santiago-Pacífico se encuentran contaminados.

Hemos identificado presencia de plomo, cromo, zinc, níquel, cadmio y arsénico, tanto en el Río Zula como en el Santiago”.

“Pero también hay una concentración de coliformes totales y fecales de gran cantidad que están arriba de los límites permisibles en esta cuenca”, indicó Guerrero de León.

Otro problema es la falta de oxígeno disuelto en el agua del Río Santiago, derivado de la contaminación.

Según la Comisión Estatal del Agua y el CUTonalá hay zonas alarmantes en el Río Santiago:

Como en la zona del Lago de Chapala (donde nace el río), con nivel de 0.08; seguido de “El Muelle”, con 0.47; Río Zula 1.33 y El Salto-Juanacatlán con 0.49.


Este texto parte de un informativo publicado originalmente por la Universidad de Guadalajara
Fotografías: Fernanda Velazquez

FuenteUniversidad de Guadalajara
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Iván Serrano Jauregui
Reportero de Ciudad Olinka. Ha colaborado en Gaceta UdeG, Kä Volta, Revista Colibrí, El Diario NTR Guadalajara, Radio UNAM y Radio UdeG Ocotlán.