Para hablar de la importancia y efectos que tiene un sistema penitenciario que realmente busque la reinserción social de las personas, distintos periodistas, productores y demás colaboradores de Guadalajara buscan realizar un documental sobre las Islas Marías, Nayarit.
Y con la intención de recaudar fondos para impulsar la realización de este documental, se realizan diversas actividades para recaudar fondos para el proyecto como la “Verbena de Barrio, para contar una historia”, realizada este 29 y 30 de Julio.
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El team de la producción
En este proyecto participan Alejandro Gavilán y Tania Regalado, productores audiovisuales y codirectores del proyecto.
Así el periodista José Carlos Toral y Jorge Regalado, quienes se encuentran en la investigación, por mencionar algunos.
Y lo que buscan es contar esas historias que demuestren los efectos que puede tener un sistema penitenciario mejor estructurado.
Uno que piense en la reintegración de las personas, más allá de sólo castigar a quienes cometieron algún delito.
Por esa razón, el documental se centrará en las últimas décadas del siglo pasado, donde las personas que integraban el penal de las Islas Marías podían desarrollarse en sociedad, junto a sus familias, y con herramientas educativas.
El inicio de una travesía
La primera etapa de este proyecto de documental será con el viaje de sus organizadores, con alrededor de 100 personas que tienen una historia de vida relacionada a las Islas Marías, ya sea porque estuvieron como internos o porque crecieron en este lugar.
Por ello, parte de lo recaudado será para cubrir los gastos de viaje y de las primeras etapas de producción del material.
Pues este viaje se realizará el 2 de agosto, y ahí, se recabarán los primeros materiales, imágenes y declaraciones de cada historia.
Posteriormente, se contempla que con el primer fragmento del documental se ofrezca a otras productoras y colaboradores para recibir un mayor apoyo económico y una mejor proyección para los públicos.
Las Islas Marías, una historia que data del Porfiriato
Fue en 2019 que la prisión de las Islas Marías cerró sus puertas y pasó a convertirse en un lugar para el aprecio, al ser un sitio que es patrimonio de la humanidad.
Pero desde 1905 esta prisión, ubicada frente a las costas de Nayarit, comenzó sus actividades y pasó por diversas etapas que han dado sentido a su importancia histórica para el país, como lo explica el periodista José Carlos Toral.
En un inicio las personas que eran llevadas allá, eran vistas como “indeseables”, de acuerdo a su comportamiento en la vida pública y cómo este era percibido.
Pero después es que “evolucionan estas cárceles prácticamente para recibir presos políticos”, como participantes de la Guerra Cristera o de otras índoles, por ejemplo por sus posturas comunistas y sindicalistas.
Como fue el caso del escritor José Revueltas, que como señaló Toral, los motivos de su ingreso a las Islas Marías fueron por su participación en huelgas de trabajadores y demás actos relacionados.
Otro de los casos, fue el de la “Madre Conchita”, acusada de ser la autora intelectual del asesinato de Álvaro Obregón.
Y así como estas historias, una gran cantidad de personajes que tuvieron una aparición en la historia de México por diferentes circunstancias y en diferentes épocas llegaron a las Islas Marías.
“Incluso hay una película de Pedro Infante y Emilio ‘El Indio’ Fernández como director, en torno a las Islas Marías, que retrata esa época de los años 50 en que eran un sitio de explotación laboral de las personas detenidas que vivían en condiciones precarias”, mencionó Toral.
Ya en su etapa final, es que la penal de las islas cumplió como un penal de máxima seguridad, en la gestión presidencial de Felipe Calderón.
“En esa etapa última de las islas llegó a haber motines, por ejemplo en el año 2013, donde los internos se levantan por temas como la escasez de agua, poca agua les daban, también alimentos”.
La reinserción social gracias a las Islas Marías
“Nosotros queremos narrar la historia de las islas, pero en particular una época en los años 80 y 90, en que funcionó como un modelo que para nosotros fue ejemplar, de verdadera reinserción social de las personas”, comentó José Carlos Toral.
Ya que esta etapa fue totalmente distinta al resto del sistema penitenciario que existe en México hasta hoy.
Entre los 70 a los 90 la prisión de las Islas Marías fungió como un centro de reinserción social, que tuvo efectos positivos en la sociedad.
Ya que las personas que ahí cumplían una sentencia tenían el derecho de llevar a su familia a vivir con ellos.
La organización de quienes se encontraban en esta prisión era en viviendas, no celdas. “Vivían en casas que se les otorgaban, que construían los mismos presos y además de llevar a sus familias a vivir ahí, vivían en relativa libertad”.
Quienes estaban internos sólo tenían que ir a comprobar su presencia en las Islas Marías, al firmar todos los días su asistencia, durante las mañanas y tardes.
Como parte de las actividades que las personas internas en este penal realizaban se encontraba la producción de alimentos, como sal o la pesca de camarón.
También había aserraderos y se practicaba la misma construcción de las casas. Todas estas actividades representaban un crecimiento laboral para quienes estaban internos.
Por esas actividades recibían un sueldo y también había actividades de esparcimiento para la familia, los internos y los trabajadores de la penal, que se enfocaban en la cultura, el ejercicio del arte o el deporte.
“Había temporadas en las que personas del Instituto Nacional de Bellas Artes se trasladaban para dar talleres durante meses, de danza contemporánea, teatro escultura pintura y demás”, destacó Toral.
Y de esa manera, también existía un acceso a la educación para quienes estaban internos, y para sus hijas e hijos, pues había instalaciones educativas, desde escuelas hasta bibliotecas.
Historias que vale mucho contar
Todo esto, convertía a este penal en el elemento de un “modelo en el cual se entrelazaba la propia convivencia familiar y entre los internos, con actividades culturales, el trabajo como el eje principal, y educación”, lo que “generaba una verdadera reinserción social”.
“Queremos contar historias de personas que estuvieron ahí y que al día de hoy son líderes en sus barrios, tienen sus negocios, son profesionistas, digamos, tienen una buena vida social”, expuso el también conductor del podcast El rumor de la discordia.
“Nosotros consideramos que son historias de éxito, de lo que un modelo como este contrasta bastante con el resto del sistema penitenciario mexicano en la totalidad, porque ya desapareció este modelo”, agregó.
Por ello, quienes buscan realizar el documental mantienen la idea de que contrasta con el sistema penitenciario mexicano en la actualidad, donde “la mayoría de las personas presas son víctimas de violaciones a sus derechos humanos”.
Fotografías: Cortesía, INAH, Wikipedia, Archivo
