Ideales para la botana, el mezcal o para unos taquitos. Combinan con salado, ácido y demás sabores y a veces sirven de aperitivo, no importa que tengan tres pares de patas, alas o se arrastren…
Se conoce como entomofagia a la ingesta de algunos insectos y arácnidos y es una costumbre arraigada aún en países como México.
Sin embargo, este tipo de gastronomía no es la favorita del público en general. Y aunque en Jalisco comer insectos no es muy popular, sí hay regiones en las que aún se consumen larvas, gusanos y hormigas.
El doctor Miguel Vásquez Bolaños, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) y especialista en hormigas, explica que en Jalisco se consume una variedad de este insecto que se le conoce como “chancharras”, “arrieras” o “chicatanas”.
“Tradicionalmente en Jalisco no hay mucho consumo, y menos el de estas hormigas, que son de la especie Atta mexicana. Las hormigas que son consumidas por el hombre son las reinas y los machos, es decir, los reproductores, que salen en épocas de lluvias”.
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Locución: Jonathan Bañuelos
Producción: Pablo Miranda Ramírez
Hormigas para el paladar
Esta especie de hormiga se encuentra presente en todas las regiones de Jalisco, desde zonas a nivel del mar hasta montañas, bosques tropicales y espacios áridos. También es común en áreas rurales, donde aún se recolectan y se comen.
El entomólogo detalla que es común encontrarse con este tipo de hormigas en épocas de lluvias. Estos insectos recolectan hojas que trasladan a sus nidos, sin embargo, no es su alimento principal.
Las hormigas procesan las hojas recolectadas y las usan para cultivar un hongo del cual se alimentan. Esta especie no es agresiva con el ser humano, pero puede atacar cuando se siente amenazada.
“Hay otro platillo muy codiciado: los escamoles, que son larvas y pupas de otro tipo de hormiga. También se comen las larvas de escarabajo o mariposas, algunos escarabajos adultos, avispas, incluso chinches”.
Tradicional, pero gourmet
Recientemente comer insectos se ha popularizado, pero algunas especies aún son de difícil producción, lo que complica su consumo a gran escala.
Esto es por lo que algunos también consideran a este platillo como un alimento gourmet, señala el investigador del CUCBA.
Vasquez Bolaños comparte que en Jalisco tuvo la oportunidad de probar hormigas “chicatanas” o “arrieras” durante una visita a Mascota, en la Región Costa Sierra Occidental.
Por otra parte, en Colotlán también pudo comer la llamada chinche de mezquite, un insecto de apenas tres centímetros.
“Y hay unas avispas que se llaman papeleras, pequeñas, medio centímetros y de color oscuro y esas las probamos en un municipio hacia Tecolotlán, allá las preparan y es colectar todo el panal que es de esa textura de papel y lo meten a la fogata y tienen un buen sabor”.
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Con salsita o limoncito, asados, con patas o sin ellas. Los insectos son ricos en proteína, y aunque quizás no están hechos para paladares sensibles, podrían convertirse en el alimento del futuro.
Fotografías: Jesús Pérez, Pablo Miranda Ramírez.