Las Urracas, sitio arqueológico en Autlán de Navarro
Descubridora. La doctora Lilia Victoria Oliver Sánchez, académica de la UdeG, ha emprendido trabajos de Las Urracas en Autlán de Navarro. Fotografía: Cortesía

Entorno

Las regiones Sierra de Amula y Costa Sur de Jalisco albergaron alguna vez a comunidades prehispánicas, cuyos vestigios fueron encontrados en el sitio arqueológico Las Urracas, por Lilia Victoria Oliver Sánchez.

Se trata de un espacio ubicado a unos 850 metros sobre el nivel del mar y a 7 kilómetros de distancia de la ciudad de Autlán de la Grana, cabecera municipal de Autlán de Navarro.

Mismo que ya cuenta con registro y aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La también académica del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) y ex rectora del Centro Universitario de la Costa sur (CUCSur), dijo que el sitio arqueológico Las Urracas fue ocupado por pueblos prehispánicos desde hace aproximadamente dos mil años.

“Hay indicios de presencia poblacional desde la fase o cultura tuxcacuesco –de aproximadamente dos mil años de antigüedad–”.

“Pero la mayoría de los vestigios encontrados son de la cultura aztatlán, que marca el apogeo cultural prehispánico en toda la costa del Pacifico, desde el Sur de Sinaloa hasta Colima, entre los años 800 y 1200 de nuestra era”, explicó.

Este lugar es excepcional, no sólo porque es el único que no se destruyó por el desarrollo poblacional.

Sino por los vestigios arqueológicos que se han encontrado ahí, incluida una plataforma en la cima de un cerro cercano, que las especialistas creen que pudo ser un centro ceremonial.

Las Urracas, sitio arqueológico en Autlán de Navarro

La ruta del descubrimiento del sitio arqueológico Las Urracas

Oliver Sánchez descubrió que en Las Urracas se asentó una ciudad tras seguir la huella de textos españoles sobre la región que datan de 1524-1525.

Cuando la expedición militar del conquistador Francisco Cortés irrumpió en los valles de Milpa y Autlán.

Y guiada por los textos del historiador autlense Rubén Villaseñor Bordes y la arqueóloga estadounidense Isabel Kelly; un análisis que se comprobó con el trabajo de campo realizado en diferentes periodos.

“Este sitio nos da una oportunidad excepcional para estudiar y conocer mejor la primera época de la ciudad de Autlán”.

“Conocemos de la existencia de otros sitios arqueológicos en esta zona gracias a los trabajos de la arqueóloga Isabel Kelly, quien el siglo pasado llevó a cabo sus estudios”.

“El INAH tiene un registro de sitios en todos los estados de la República, también de Jalisco; sin embargo, lamentablemente, la casi totalidad de estos sitios, incluidos los que descubrió Kelly, han sido destruidos por actividades modernas”.

“Es por esto que el sitio de Las Urracas, hasta la fecha, es excepcional, porque no ha sido destruido, sólo sepultado por el tiempo”, recalcó.

La historiadora, quien combinó este estudio con su responsabilidad como rectora del CUCSur, contó que desde 2019 elaboró un proyecto de exploraciones y excavaciones del sitio auspiciado por la Universidad de Guadalajara.

Esto, con apoyo de la arqueóloga del CUCSH Chloé Pomedio, quien también ha encabezado descubrimientos en la Biósfera de la Sierra de Manantlán

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Desde entonces relucen restos de tepalcates y figurillas, que analizan estudiantes de Antropología y de Historia, apoyados también por alumnos de otras carreras del CUCSur.

“Este proyecto se aprobó por el Consejo de Arqueología del INAH, al que se entregan informes anuales de los avances”.

“En una primera etapa se trata de conocer la naturaleza exacta de los vestigios que se encuentran bajo tierra”.

“Esta etapa todavía no se acaba, pero en una segunda se decidirán cuáles vestigios pueden aportar más información, por estar mejor conservados o más representativos de la vida y actividades de la época, y nos concentraremos en éstos”, concluyó.

Al estar en un predio propiedad de la UdeG, el sitio arqueológico se protege no sólo por el INAH, sino por las autoridades universitarias.


Fuente: Universidad de Guadalajara
Información: Mariana González-Márquez
Fotografías: Cortesía CUCSur

FuenteUniversidad de Guadalajara
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