La tradición tapatía dice que el significado de la palabra “Guadalajara” es de origen árabe y que es “río que corre entre piedras”.
Sin embargo; si se busca la traducción del español al árabe de la oración “río que corre entre piedras” aparece que aquello se pronuncia nahr yajri bayn alhijara, por lo que no parece estar relaciona con el nombre de la capital de Jalisco.
En varios textos se refiere que Guadalajara deriva de wadi alhijara, palabras árabes que significan “valles de las piedras”.
¿Cómo fue que surgió la confusión del significado de Guadalajara?
Durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2022, , escritor mexicano y analista del mundo árabe, quien impartió la conferencia “El mundo árabe. Un ADN cultural del español”, compartió para Ciudad Olinka que se trata de una situación que causa confusiones.
Esto porque, en estricto sentido, el significado de “Guadalajara” puede ser diverso, ya que el árabe no es un idioma único y ha cambiado en función del tiempo y de cada país donde se habla.
“En realidad ‘Guadalajara’ significa ‘el valle de las piedras’. Lo que pasa es que el árabe es una lengua interpretativa”.
“El árabe se construye a partir de la lírica y eso permite la interpretación, entonces en ‘el valle’ (alwadi) podemos encontrar el río y en el río están las piedras”.
De ahí vienen los distintos significados de Guadalajara.
De hecho, dijo que la palabra árabe alwadi ni siquiera se entiende como las piedras pequeñas o pequeños guijarros, “sino como las piedras con las que se construyen los castillos”.
Por eso, incluso hay quienes dicen que “Guadalajara” significa “valle de las fortalezas o de los castillos”.
“Desde una aproximación poética, todos los significados de ‘Guadalajara’ son válidos”, recalcó Maruan Soto Antaki.
¿Por qué la capital de Jalisco se llama Guadalajara?
Cuando los españoles llegaron al Occidente de México fundaron una ciudad donde se mantuviera la estrategia de la conquista de los pueblos originarios.
Así fue que se creó Guadalajara, cuyo nombre recordaba el lugar de la Península Ibérica donde el conquistador Nuño Beltrán de Guzmán había nacido.
Esto ocurrió en 1530, en lo que hoy es el poblado de Nochistlán, Zacatecas, por un grupo de 42 familias españolas; pero la escasez de agua motivó que los pobladores se movieran de sitio.
Así fue que la segunda fundación de Guadalajara se hizo en el actual municipio de Tonalá, a un costado del Cerro de la Reyna, donde se establecieron durante dos años.
Después, en 1535, los pobladores españoles volvieron a cruzar la Barranca del Río Santiago para fundar, por tercera ocasión, Guadalajara, donde hoy está Tlacotán.
Pero por los constantes ataques de los pueblos originarios de la región se vieron obligados a regresar al Valle de Atemajac.
Finalmente, el 14 de febrero de 1542, Guadalajara se fundó por cuarta vez, a unos metros del Río San Juan de Dios; se dice el sitio fue en la zona de la hoy Plaza Fundadores del Centro tapatío.
¿Por qué una ciudad de España lleva un nombre árabe?
A partir del siglo VIII, la Península Ibérica comenzó a ser ocupada por el poderío árabe durante cerca de un milenio.
Por lo que se desarrolló una cultura única en convivencia con pueblos cristianos y judíos.
En dicho siglo se creó Guadalajara, localizada a 61 kilómetros de Madrid. Se dice que se trataba de una población amurallada.
La influencia de los pueblos islámicos no sólo se ve reflejada en nombres de ciudades, de su idioma configuró al propio español que hoy se habla en todo el mundo.
Según Maruan Soto Antaki y la lingüista Concepción Company, hoy el español cuenta con alrededor de 4 mil palabra de origen árabe.
“El árabe es la lengua que más léxico le ha aportado al español después del latín. En español hay más de 2 mil voces árabes primarias en la lengua española. Si se cuentan los derivados de esas 2 mil palabras, pueden llegar hasta 4 mil palabras”.
“No hay ninguna lengua, de las 6 mil 110 que están en el inventario del Instituto Max Planck, que haya tomado tantísimas voces y que las haya incorporado a un idioma y que nosotros (hablantes del español) no notemos que son arabismos”, recalcó Company.
Algunas palabras son almacenar, alcalde, alquiler, zaguán, alhaja, baldío, sandía, barrio, jabalí, ojalá, limón, naranja, toronja, alfarería, albañil, tabique, zanja, azul, azulejo, noria, alacena, alfiler, ajuar, almohada, azotea, jarra, tapete, taza, algarabía; también los apellidos con el sufijo “ez”, que significa “hijo de”, como Hernández, Fernández, Pérez, Martínez.
También nombres como el de Guadalajara, Guadalupe, Andalucía, Fátima, Zutano, Mengano, también son de origen árabe. Si bien, dijo, el latín es lengua patrimonial del español, el árabe fue la que más aportó.