Chilte de Talpa. Fotografía: Iván Serrano Jauregui

Talpa de Allende es visitado por miles de personas cada año que van con fervor a admirar su templo, a su Virgen y a comprar artesanías de chilte, el famoso recurso natural que da particularidad a este municipio.

Aunque es conocido como “chicle de Talpa”, su nombre real es chilte y es un elemento tradicional extraído del árbol chicozapote.

El chilte es un líquido blanquecino utilizado para hacer artesanías típicas de este municipio de la Región Sierra de Jalisco, que es comprado por los peregrinos que visitan a la virgen de Talpa desde hace cientos de años.

La confusión en su nombre creció porque hay personas que utilizan el chilte para masticarlo, y por su apariencia y consistencia es que coloquialmente se le empezó a llamar “chicle de Talpa”.

Chilte de Talpa. Fotografía: Iván Serrano Jauregui

Fue desde 1644 que en Talpa, al comenzar la visita de peregrinos, se empezó a utilizar el chilte como un recurso para crear artesanías que los visitantes se pudieran llevar consigo.

Extracción y manejo

El chicozapote, de donde se obtiene el chilte, se da en las zonas cálidas de Jalisco.

Para extraer esta especie de resina, es necesario utilizar un cuchillo o cualquier herramienta puntiaguda.

Con estas herramientas se procede a marcar en forma de zigzag al tronco, pues es de esos cortes que se derramará este líquido de color blanco y espeso.

La recolección del chilte se hace en vasijas y para poder ser utilizado para las artesanías hay que lavarlo para después “chiltearla”, de donde nace su nombre, que se refiere a golpearla para que surja esta materia prima de una forma más suave. 

Este proceso de golpeo es con cualquier mazo o tabla, mientras que se pasa por agua para lavarlo.

Chilte de Talpa. Fotografía: Iván Serrano Jauregui

Posteriormente este líquido pasa por un proceso de cocción, de donde se saca una “torta”, llamada así cuando ya se espesa. Posteriormente, los artesanos estiran este material para poder comenzar con la elaboración de las artesanías. 

Su producción solo es pausada en tiempo de lluvias, cuando no se puede extraer, pero en el resto del año se puede reanudar este proceso. 

¿Desde cuando se utiliza?

El cronista Ernesto Sánchez mencionó que si bien no hay un registro de cuándo se inició a utilizar el chilte de Talpa, se sabe que data del siglo XVIII.

“Cuando los lugareños de aquí empezaron a darle esa utilidad”.

Desde entonces los artesanos empezaron a utilizar al chilte para hacer figurillas, artesanías importantes para el peregrino que asiste a visitar a la Virgen de Talpa.

Sánchez señaló que tal es la importancia del chilte en Talpa que en el escudo de armas del municipio aparecen las manos de todo aquel artesano que trabaja con él.

“En el siglo XX, y ya lo que va de este siglo XXI se ha popularizado demasiado”, mencionó.

Por lo que en Talpa se realiza un concurso con el chilte desde hace más de 20 años, donde el ganador es aquel que hizo la figura “mejor diseñada”.

“El tener una artesanía originaria de Talpa le da cierto realce a ser reconocida y a reconocerle a los artesanos esa habilidad que tienen para elaborarla”.

Pocas manos elaboradoras

Ernesto Sánchez mencionó que ya “son pocas las manos que lo elaboran” a pesar de la demanda que hay cada año por la visita de la Virgen y por las romerías.

A pesar de que después de la pandemia han regresado las tradicionales visitas, él visualiza que “los jóvenes ya tratan de ubicar una manera diferente de como tener el sustento”.

Chilte de Talpa. Fotografía: Iván Serrano Jauregui

Aún así, la labor con el chilte es “un complemento importante” en el trabajo de decenas de familias que lo venden como su sustento.

¿Cómo lograr que el chilte sea más reconocido?

Al respecto de las artesanías, “cuando tú les das a conocer de qué está hecho, cómo lo hicieron, la gente empieza a decir que sí es calidad”.

El cronista cree que el chilte es lo más identificable del municipio, por lo que hace falta más exposición, lo que puede generar mayor atención de los visitantes.

Un método de ello es el concurso de chilte que en 2022 se realizó en noviembre en la plaza principal del municipio. 

Ernesto Sánchez dijo que “la gente se acerca y se pone a curiosear, porque sí es muy atractivo”, por lo que “la explicación al turismo dará mayor relevancia al chilte”.


Fotografías: 

Artículo anteriorDocumentan la historia de la grana cochinilla en Autlán
Artículo siguienteUn recetario periodístico para contar historias con rigor y dinamismo
Eladio Quintero Hernández
Reportero de Ciudad Olinka. Estudió Periodismo en el CUCiénega de la UdeG. Ha colaborado para medios como El Descafeinado.