El general Ramón Corona Madrigal fue uno de los personajes jaliscienses que tienen un peso particular en la historia de nuestro país.

Pues fue parte de las fuerzas armadas mexicanas y gobernador de Jalisco en 1887.

Nació en Puruagua, el 18 de octubre de 1837, ubicación cercana al municipio de Tuxcueca, Jalisco. En la cabecera de este municipio, pasó gran parte de su infancia.

Pero desde joven se enlistó en el ejército mexicano, lo que le dio cabida a participar en importantes batallas del país, desde la Guerra de Reforma hasta en los enfrentamientos al ejército francés de Maximiliano de Habsburgo.

Su ascenso en el militarismo mexicano

Después de que México se convirtió en un país independiente, los intentos de transformación de la organización política no paraban, y Ramón Corona fue partícipe de importantes batallas que modificaban la faceta mexicana.

Participó en la Guerra de Reforma y formó parte del bando liberal, que ante el sector conservador, buscaron cambios en las leyes y en el papel que le correspondía a la Iglesia Católica.

Patriótico. El entonces general Ramón Corona participó en la contención contra la invasión del ejercito francés de Maximiliano. Fotografía: Mediateca INAH/Teresa Galindo.

Esta guerra trascendió por ser un enfrentamiento de ideales, que dejó una república representativa y federal, con principios laicos y democráticos a través de las Leyes de Reforma, promulgadas entre 1855 y 1860.

Por su participación en esta etapa reformista, y ante la intervención francesa en México, del siglo XIX, Ramón Corona fue nombrado Jefe del Ejercito de Occidente, y logró ser general de la División 2, el 2 de noviembre de 1866.

Después de sus acciones en batallas como la “Coronilla”, ante tropas del imperio en 1866, o la “Mojonera”, en 1873, ante el líder indígena Manuel Lozada, fue elegido como Ministro Plenipotenciario de México en España.

Presencia en la política de Jalisco

Después de ser electo gobernador de Jalisco en 1887, impulsó reformas en la educación y en la infraestructura comercial, que se vieron reflejadas desde su primer año de gestión.

Hasta hoy, su nombre resuena en las calles del Centro Histórico de Guadalajara, pues bajo su mandato fue construido el Mercado Corona, que es ocupado por cientos de comerciantes.

Este mercado, que sufrió fuertes incendios (en 1910 y 2014) hoy se caracteriza por vender todo tipo de alimentos frescos, hierbas medicinales, artesanías, y por tener diversos establecimientos para comer.

Vías del Tren en Guadalajara, rumbo al poniente de la ciudad
Obras. La conexión ferroviaria entre Guadalajara y la Ciudad de México fue gracias a Ramón Corona, en 1888. Fotografía: Iván Serrano Jauregui

El 15 de mayo de 1888, también mandó construir la línea ferroviaria México-Guadalajara, con lo que la comunicación de forma terrestre se agilizó para Jalisco y la capital del país.

También fundó el Monte de Piedad y dio un giro a la educación jalisciense, al promover la construcción de escuelas y al establecer a la educación primaria como obligatoria.

Los últimos pasos de Corona

Las aspiraciones de Ramón Corona iban más allá de instaurar diferentes medidas de cambio a nivel estatal, pues deseaba ser presidente de México.

Pero fue el 11 de noviembre de 1889 cuando, mientras Corona caminaba con su familia hacia el Teatro Principal en Guadalajara, un joven llamado Primitivo Ron lo agredió físicamente a puñaladas por la espalda, lo que le ocasionó la muerte un día después.

Victimario. Primitivo Ron, quien acabó con la vida de Ramón Corona, era un joven de 22 años, y después de sus actos se quitó la vida apuñalándose el corazón

Luego del ataque físico perpetrado por Primitivo Ron, quien tenía 22 años, el joven se quitó la vida apuñalándose el corazón. Su cuerpo fue encontrado a mitad de la calle, metros adelante.

Las autoridades locales tipificaron el suceso como un caso de locura y le dieron cierre a este magnicidio.

Monumento a Ramón Corona, icono de la Calzada

Sobre la Calzada Independencia, en Guadalajara, se encuentra una estatua construida en honor a Ramón Corona, que en 2018 sufrió el robo de una de sus representativas águilas de bronce.

Este robo mutiló la guardia de águilas a Ramón Corona en este monumento, pero fue al tercer día que la pieza fue recuperada.

Sin embargo, fue hasta enero de 2021 cuando el monumento restaurado, gracias a la acción de Victor Manuel Andrade. Dicha inversión fue de 178 mil pesos, por parte del Gobierno de Guadalajara.

El autor de este monumento fue Ignacio Pérez, y desde la época del Porfiriato es que tiene un lugar en la Perla Tapatía, específicamente desde el 5 de mayo de 1896.

En primera instancia, se le ubicó en el Jardín San Francisco, pero en 1902, la escultura fue reubicada en lo que hoy conocemos como Calzada Independencia, que en ese entonces era Paseo Porfirio Díaz.

En el monumento el general Corona aparece elevado, en la parte baja, las cuatro águilas resaltan la posición de quien se encuentra erguido, con su uniforme militar.

Fue posicionada de tal manera que la vista del personaje ilustre jalisciense se mantuviera a la antigua estación de ferrocarril, para recordar así el proyecto de la primer vía ferroviaria de Guadalajara en conexión con la Ciudad de México.

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Eladio Quintero Hernández
Reportero de Ciudad Olinka. Estudió Periodismo en el CUCiénega de la UdeG. Ha colaborado para medios como El Descafeinado.