Los suelos de la Región Altos Sur de Jalisco se caracterizan por su coloración rojiza.
Es una tierra donde se produce agaves, pero que por su textura arcillosa fácilmente podría ser utilizada por los alfareros.
Su peculiar coloración se deriva de dos elementos químicos: el hierro y el oxígeno, ya que el primero al entrar en contacto con el segundo se oxida y se torna de color rojo.
Este hierro es desprendido de los minerales de la roca madre.
Se dice que fue la erupción del hoy extinto volcán Cerro Gordo (ubicado en el municipio de San Ignacio Cerro Gordo) lo que provocó el esparcimiento de este material por toda la región.
“Al sur de los Altos, los suelos son de lavas basálticas que al descomponerse generan ferralitos, que dan al terreno un color rojo ladrillo“, dice el doctor Silviano Hernández González, de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco.
Tierra fértil y llena de nutrientes
Aunque es conocida la producción de agave en esta región, Arturo Curiel Ballesteros, investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológico Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG, explica que esta tierra también es idónea para sembrar maíz.
En sus investigaciones ha confirmado que este mineral es transferido a los granos y las personas, al consumirlo, incorporan el hierro.
La observación por parte del investigador es que este mineral podría evitar enfermedades como la anemia, además de fortalecer el organismo.
Lo anterior ocurre, según describe, porque estos suelos aportan 15 elementos esenciales que requieren las plantas para crecer, mismos que necesita el ser humano para mantenerse con salud.
Elementos químicos como el molibdeno, cloro, cobre, hierro, boro, zinc, manganeso, sodio, magnesio, azufre, fósforo, potasio, nitrógeno, calcio y carbono.
Mismos que describen el porqué cultivar en estos suelos garantiza mayor aportaciones nutritivas para el organismo.
Erosión hídrica afecta suelos de Los Altos de Jalisco
Un problema que existen actualmente en los suelos de esta región de Jalisco es la erosión hídrica laminar, que es cuando el agua es tan intensa que no hay suficiente capacidad de infiltración del suelo, por lo que las partículas de tierra con nutrientes son arrastradas.
En la naturaleza esto se evita con con hojas, cepas de pastos, hojarasca, entre otros, que cubren la tierra, pero la escasa cubierta vegetal resulta vana si la erosión por agua es constante.
Curiel Ballesteros también explicó que en Jalisco, en promedio, para tener un milímetro de suelo formado, necesitamos alrededor de tres años de trabajo por parte de la naturaleza.
De acuerdo con sus análisis del suelo, asegura que con una sola lluvia se pierden hasta seis centímetros de suelo.
Pese a esto, menciona que no se tiene una técnica para proteger los suelos.
Panorama de la degradación de la tierra de Los Altos de Jalisco
Según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en México la falta de regulación del uso del suelo y de planeación han provocado una alta tasa de degradación.
Los principales procesos de degradación identificados son la erosión hídrica, erosión eólica, degradación física y degradación química.
De acuerdo con el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG), en un diagnóstico 2019, la Región Altos Sur posee 5 mil 700 kilómetros cuadrados con degradación de suelos.
Lo que equivale a 87 por ciento de la superficie total de la Región Altos Sur.
De ese porcentaje, 70 por ciento de los suelos presentan procesos de degradación química, y en menor proporción están los suelos con erosión hídrica que ocupan el 29 por ciento.
El 5 de diciembre se conmemora el Día Mundial de los Suelos, por lo que en la ciudad de Tepatitlán se realizarán actividades con el objetivo de enseñar a la población cómo se clasifican los suelos.
Fotografías: Iván Lara González, Iván Serrano Jauregui