Alguien levanta la bocina, cuenta algo, lo que sea, y la magia comienza. Así trabaja Fonoteca de Ignorancias, un proyecto sonoro que busca documentar en audio los conocimientos de los habitantes de Ajijic.
La idea de capturar estos recuerdos en audio surge de la mente de Natalia Cháves Bandeira. La artista e investigadora de arte explica que durante meses trabajó recopilando historias, cuentos, chismes, leyendas, y demás memorias sonoras de la comunidad.
“Esa es la invitación: que las personas compartan algún conocimiento suyo, puede ser de cualquier naturaleza, puede ser una historia, un consejo, puede ser hasta un chisme o una mentira”.
La artista resalta la identidad local de Ajijic se percibe en las historias que se han compartido. Esto se enriquece con las experiencias de extranjeros, turistas y otros visitantes que acuden al Pueblo Mágico.
Para atraer a los curiosos, Natalia montó una pequeña cabina rosa con un teléfono dentro en Ajijic. En ese espacio cualquier persona podría levantar la bocina, escuchar las indicaciones, dejar un mensaje para la posterioridad, y colgar.
Fue así como empezaron a llegar poco a poco las historias que los habitantes querían contar. Algunas un poco más complejas que otras, pero todas valiosas para conformar un archivo sonoro para la comunidad.
Historia para los habitantes
Además de utilizar una cabina para atraer a los habitantes de Ajijic, Natalia en ocasiones organizaba pláticas en lugares públicos o se acercaba a los ciudadanos para buscar esas historias.
Durante su travesía la investigadora encontró un sinfín de historias contadas. Desde algunas narradas por niños, hasta leyendas locales, consejos de jardinería, o canciones.
“Hay de todo, como una voz de una niña que cuenta la historia de otra niña que iba caminando por la calle y traía manzanas y que se caían y se ponía a llorar, y eso era todo el audio”.
“Es la parte que se me hace curioso,cuando debes de elegir qué vas a decir en la grabación y ella eligió contar esta historia, quién sabe por qué, pero fue lo que escogió”.
Almacenando memorias
Natalia comparte que en algunos audios la espontaneidad es una de las características más valiosas. Pero también se aprecia el conocimiento que se pueda compartir para dejar un archivo sonoro para próximas generaciones.
Fonoteca de Ignorancias fue apoyado por la convocatoria Horizontes de la Secretaría de Cultura de Jalisco, y después de abril algunas de estas historias de Ajijic estarán disponibles en una plataforma digital de la artista.
La artista no descarta que la Fonoteca pueda seguir nutriéndose en un futuro, pues asegura que cualquier persona posee algún conocimiento que puede compartirse y ser útil para alguien más.
“Me gustaría que la gente siga buscando la Fonoteca para llenarla más, porque es un proyecto que se presta para estar vivo para siempre. Me gustaría que la gente esté buscándola para seguir colaborando”.
Fotografías: cortesía Natalia Cháves Bandeira