Petrograbado Volcán de Fuego de Colima


EntornoHace milenios, el volcán de Fuego El Colima, en el Sur de Jalisco, arrojó una pesada roca basáltica que llegó a más de 14 kilómetros al sur, hasta la actual Cofradía de Suchitlán.

Ahí, habitantes prehispánicos del hoy territorio de Colima la tallaron meticulosamente hasta convertirla en un mapa de su territorio.

Allí mismo, en el predio particular donde yace, el petroglifo fue registrado el 7 de junio de 2020, por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Esto luego de que días antes se presentó una denuncia ciudadana al Centro INAH Colima.

El titular del INAH en la entidad, Julio Ignacio Martínez de la Rosa, informó que es una piedra-mapa debido a sus diseños y patrones.

“Tan solo en la Zona Arqueológica de La Campana, en la ciudad de Colima, hemos contabilizado más de 100 petroglifos”, comenta.

A su vez, el arqueólogo Rafael Platas Ruiz, designado para la inspección del bien cultural, señala que en el petroglifo se aprecian al menos tres técnicas de grabado: pulido, picoteo y desgaste.

Las cuales se usaron para representar el paisaje orográfico y geográfico de la ladera sur del volcán, surcada por barrancas, escurrimientos y ríos que bajan del promontorio geológico.

Petrograbado volcan de colima
Analizado. En un predio del municipio de Comala, Colima, descubrieron la gran roca. Fotografía: INAH

La parte más alta de la piedra (de 1.70 metros de altura, un ancho irregular de entre 2.12 y 2.77 m y espesor de entre 60 centímetros y 1.70 m) guarda un eje de aproximadamente 20° al noreste, es decir, “está orientada al Volcán de Fuego”.

El mapa a detalle

El investigador abunda que en la superficie principal del petroglifo se labraron pequeñas oquedades circulares, las cuales representarían la ubicación de comunidades antiguas.

Asimismo, en la cara este, se aprecian líneas que aluden a la orografía de la región, abundante en veras hidrológicas y escurrimientos naturales.

“Eran una forma de preservar el conocimiento de una generación a otra, en una época en la que no existía la escritura en el territorio que hoy es Colima”, dijo.

Sobre la temporalidad del contexto, Platas Ruiz aclara que el petroglifo es anterior al periodo de la fase Chanal o Posclásico colimense (1000–1500 d.C.).

La piedra no se asocia a la fase Chanal.

Sus diseños y técnicas de tallado guardan mayor relación con la tradición tumbas de tiro, la cual hemos fechado entre los años 200 a.C. y 200 d.C.

Descubrimiento. Personal del Centro INAH Colima inspeccionó el bien cultural, cuyos diseños se asocian a la tradición tumbas de tiro. Fotografía: INAH

“Este periodo corresponde a los periodos Preclásico Tardío y Clásico Temprano”.

Ya cuenta con protección ante la ley

Según un comunicado del INAH, el petrograbado ya cuenta con la cédula del contexto arqueológico para inscribirla al Sistema Único de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos.

Y que se le pedirá a la persona propietaria del terreno que su apoyo para la correcta conservación, apegada a la ley, del bien patrimonial.

La decisión de si se el público podrá visitar el petroglifo la tomarán el INAH, junto con el municipio de Comala y el titular del terreno privado.

FuenteINAH
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