Se dice que hay noches en las que a los artesanos de Tonalá se les aparece una rara criatura: una especie de guajolote que acecha en las sombras con su gruñido.
Aunque han intentado cazar a la bestia, siempre fallan, pues cuentan que se oculta convertida en un ser humano.
Estas criaturas son los nahuales, seres humanos mitológicos que adoptan formas de animales u objetos inanimados, y que pueden convertirse en guardianes o en espíritus agresivos, explica Teresa Figueroa narradora oral y conocedora del tema.
“Por eso también se dice que son espíritus protectores de las familias en las casas, y también por otra parte pueden ser figuras amenazantes y venir a causar daños, pero todo es una mítica, está en el reino de los mitos y leyendas”.
🎧 Escucha esta historia:
Locución: Iván Serrano Jauregui
Producción: Pablo Miranda Ramírez
Teresa relata que en Tonalá a los nahuales se les representa como un felino con cara de ser humano y están presentes en el trabajo de artesanos de ese municipio, e incluso en la arquitectura de la localidad.
“Aquí en Tonalá está totalmente arraigada la creencia de los nahuales, tan es así que la iconografía de la producción cerámica siempre lleva un rastro de los nahuales, es parte de la forma de ver el mundo de la gente de Tonalá”.

Guardianes arraigados en la sociedad
Pueden ser perros, felinos o aves, pero también colinas, minerales o rocas. Teresa recuerda que la figura del nahual está ligada con una cosmovisión de los pueblos originarios, en la que se creía que el humano era un ser dual hecho de las partes nahual y tonal.
“El tonal es la parte razonable, que piensa, la parte material, y el nahual es la parte espiritual, artística y un poco ligada a la naturaleza, un poco cercana a los animales y minerales”.
Aunque son criaturas mitológicas, los nahuales también representan un elemento típico en Tonalá y se mantienen como una tradición que combina lo místico con lo artístico y cultural del ser humano.
“Según mitologías antiguas, vive dentro de cada uno de nosotros, si cada uno de nosotros se dedica a meditar o trabajar en su lado espiritual podría tener esa capacidad de transformarse en animales o cosas”.
Fotografías: Iván Serrano Jauregui.