Desde varios ángulos, las cámaras enfocan al altar. Convertida casi en un set de filmación, la Catedral de San Juan de los Lagos sigue sus actividades a puerta cerrada y entre cables y luces preparan la misa para que llegue a las pantallas de los alteños.
Adaptándose a los tiempos de pandemia, esta institución encontró en el streaming una alternativa para llevar la misa a los fieles, con la producción de contenidos religiosos que se transmiten vía redes sociales.
Este fenómeno fue observado por Ernesto Navarro López, un investigador que se adentró en conocer cómo los alteños consumían medios de comunicación y usaban la tecnología para acceder a los rituales religiosos, aun cuando las iglesias no abrían sus puertas.
“Comencé a ver que la gente utilizaba los dispositivos de manera frecuente para acceder a la misa porque había una necesidad de acceder al ritual religioso”
Esa institución llamó su atención debido a la forma en la transmitía la misa a sus feligreses y porque sus contenidos comenzaron a ser consumidos por un número considerable de personas en Los Altos.
Cambios en el ritual
Debido a la pandemia provocada por Covid 19, en Jalisco muchos espacios públicos y negocios no esenciales tuvieron que cerrar sus puertas, y la situación también afectó a las iglesias.
Algunas instituciones religiosas se adaptaron a la nueva normalidad con la transmisión de contenidos. Este cambio también se observó en cómo los fieles consumían esos productos que la iglesia preparaba para la ocasión.
A través de encuestas a la comunidad de redes sociales y una entrevista con el encargado de comunicación de la catedral, Ernesto descubrió que cuando se empezó a ofertar la misa vía streaming, muchos alteños agradecían esa opción a través de sus interacciones en las redes sociales.
Durante ese periodo, pudo observar también que incluso los fieles acostumbrados a la misa se convertían en nuevos usuarios constantes de las redes sociales.
“Por un lado hay un enfrentamiento entre los que dicen ‘OK, está bien que la misa se practique a través del internet’, y por otro lado hay algunas respuestas que no lo validan, que lo sacralizan”.
“Se observa un choque de opiniones, pero también se observa que la gente cambia su manera de ver o practicar el ritual”.
A detalle
- La investigación lleva el título Del altar al streaming: la explosión de eventos religiosos en redes sociales en tiempos de Covid 19. El caso de la Diócesis de San Juan de los Lagos.
- Este trabajo surgió como una idea en una de las materias de la Maestría en Comunicación que cursa Ernesto Navarro.
- Para consolidar la investigación, Ernesto contó con la orientación y asesoría del doctor Jerónimo Repoll, su profesor en el posgrado.
- Todos los encuestados dijeron asistir cotidianamente a misa antes de la pandemia, y 55% señaló que acudía a misa de una a tres veces por semana.
- El 70% mencionó que veía la misa a través de celulares, y 15% por computadora.
- Al preguntarles sobre su experiencia en el ritual vía internet, muchos usuarios comentaron que se ven afectados anímicamente por no asistir presencialmente a la misa ni recibir la eucaristía, así como la falta de interactuar con otras personas.
- El 90% de los encuestados dijo que no hacía ninguna otra actividad durante la misa virtual.
- Además, 70% mencionó que después del confinamiento consideraría seguir viendo la misa de esta forma.
- Esta investigación se presentará en el Congreso Latinoamericano de Investigadores de la Comunicación (ALAIC).
Adaptándose a la situación
La Virgen de San Juan de los Lagos es una de las más visitadas en México, sólo por debajo de la Virgen de Guadalupe en Ciudad de México, y es considerada como un referente en el turismo religioso en Los Altos de Jalisco.
Comprometidos con sus fieles y ante el aislamiento por Covid, la Diócesis de ese municipio tomó cartas en el asunto y adaptó su forma de acercarse a su comunidad.
“El templo está convertido en un estudio de televisión, tienen unas cámaras grandes como un estudio de televisión, tal cual: Dices ‘esta producción va en serio’”.
“Tienen gente en el área de producción con expertise en comunicación y sobre todo especializada en comunicación religiosa”.
Ernesto detalla que se trata de un equipo de nueve personas que producen hasta cinco horas y media de contenidos al día, entre misas, rosarios, e incluso programas informativos con expertos de varias áreas.
“Si el ritual religioso se produce para la cámara, tiene modificaciones. En este sentido podríamos aventurarnos con la hipótesis y pensar que también los sacerdotes o quienes guíen los rituales van a ir adoptando o están adoptando habilidades comunicativas”.
“El ritual religioso también se modifica porque se prepara para la producción a cuadro”.
Ernesto considera que, si bien este estudio fue aplicado a una comunidad católica, dada la situación de confinamiento mundial este fenómeno podría verse en personas que practiquen otras religiones.
Lo relevante se centra en observar que existe una modificación en ver cómo es que cambia la manera de concebir la práctica religiosa.
Aunque la situación actual forzó al cambio de muchos hábitos, Ernesto menciona que es importante observar cómo crece la sociedad y en el caso de Los Altos, la religión es un elemento cultural que se adecua a la modernidad.
Fotografías: Cortesía Cecilia Padilla/Ernesto Navarro López.