Por Diego Iván Vera, para Radio UdeG Ocotlán
Pese a que los meses de emergencia sanitaria perjudicaron a los diferentes sectores económicos locales, los pescadores de Ocotlán no vieron su ritmo de trabajo mermado de manera completa, salvo una disminución en sus ventas.
Así lo afirmó el pescador José Luis De Orta Ródriguez, integrante de la Cooperativa Álfaro, quien comentó su experiencia en el tiempo de la pandemia.
“A nosotros no nos afectó mucho, porque estuvimos trabajando más o menos normal, bajaron un poco las ventas pero no de consideración; no se sintió mucho problema”.
“Tuvimos que bajar un poco el precio del pescado con la finalidad de ayudar a mucha gente que vienen aquí a la colonia de Cantarranas a pescar; vienen y se les da un poco más barato el pescado”.
El pescador de 75 años, residente de la colonia Marcos Castellanos (popularmente conocida como Cantarranas), acude a hacer sus labores al área de pesca del Lago de Chapala, en su lancha de motor y tras completar su jornada.
José Luis ofrece una carpa grande de un kilo para arriba al precio de 25 pesos, mientras que la tilapia y mojarra a 12 pesos, lo que resulta en beneficio de la gente necesitada del suburbio en que él habita, sin necesidad de recurrir a establecimientos fileteros.
Él trabaja individualmente y hace sus actividades mediante el avío de pesca.
“Es muy variable la pesca, hay temporadas en que a uno le va muy bien y a otros que va muy mal. No es una cantidad fija lo que uno captura al pescar, es muy variable, por ejemplo puede conseguirse 50 kilos, mañana agarra 20, pasado mañana 100″.
El pescador ocotlense puntualizó que, independiente a la emergencia sanitaria, el ritmo de actividades se mantiene subiendo y bajando dependiendo la época del año.
Indicó que para los meses gelidos (de octubre a diciembre) es cuando las actividades de pesca llegan reducirse, ya que los cardúmenes de peces se dispersan.