Talentos al alcance. La exposición reúne las obras de 21 fotógrafas y fotógrafos, cuyo principal foco son las bicicletas en diferentes entornos. Fotografía: Jonathan Bañuelos

Por Jonathan Bañuelos y Cristina Arana


La pasión por la fotografía y las bicicletas se conjugan en la exposición colectiva Alquimia a dos ruedas, en la que 21 fotoperiodistas y documentalistas retratan algunos aspectos del ciclismo.

A través de esta selección de fotografías podemos constatar lo que significan las bicicletas para las personas:

Un medio de transporte, una herramienta de trabajo, un artefacto para deportistas de alto rendimiento o el complemento de las extremidades para poder pasar una tarde amena, sin dejar de lado la memoria de quienes perdieron la vida pedaleando.

La muestra, que se exhibe en El Santuario de la Bicicleta, en el Barrio del Santuario de Guadalajara, representa una oportunidad para reflexionar sobre la movilidad de las ciudades y la apuesta por vehículos no motorizados, relata Carlos Ibarra, dueño de esta galería-café.

“Los que vienen al Santuario de la Bicicleta van a poder encontrar esa pasión de la fotografía y la bicicleta. Son 21 trabajos de fotógrafos de prensa, en donde se les pidió que sacaran desde sus archivos alguna foto, donde alguna vez su foco principal hubiera sido la bicicleta”.

Alquimia a dos ruedas contiene obras de las fotoperiodistas Fabiola Rosales, Elizabeth Barrera, Claudia López, Ara Robles, así como de Rafael del Río, Roberto Antillón, Gilberto Hernández y Alfredo Moya.

Además, exponen Servando Gómez, René Valencia, Héctor Hernández, Alfredo García, Víctor Ibarra, Fabricio Atilano, Luis Armando González, Javier Hoyos, Arturo Campos, Fernando Carranza, Saúl Núñez y Juan Carlos Luna.

También hay obra del propio Carlos Ibarra, quien añade que los trabajos en sí, van plasmando la esencia de la bicicleta “como ciclismo urbano, deporte o movilidad”.

Debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19, es necesario hacer cita por WhatsApp para poder visitar la exposición, pues el ingreso está controlado.

“Es exclusivo ahí y en lo que están viendo la obra pueden degustar un cafecito, una bebida fría, un panecito”, relata Carlos Ibarra.

Tranquilidad. El Santuario de la Bicicleta es una cafetería alusiva al mundo de las bicicletas y la fotografía. Pero es también un espacio cómodo para tomarse un café mientras lees o trabajas. Fotografía: Jonathan Bañuelos

Barrios cafeteros

Su fachada sobresale del resto de las casas del Barrio del Santuario, porque cuenta con un mural alusivo a las bicicletas, la fotografía y el café, obra de los artistas Salmón con Piña. Es el Santuario de la Bicicleta.

Abrió el 6 de marzo de 2020, una semana antes de que la contingencia sanitaria por Covid-19 obligara a cerrar negocios, escuelas, centros culturales, eventos masivos.

Bajo esas condiciones fue que Carlos Ibarra y Ara Robles emprendieron este espacio donde sus pasiones: las bicicletas y la fotografía, se combinan a través de un tercer factor, aromático e intenso: el café.

 

Pero hay una historia detrás de esta idea; Carlos vivió toda su vida en el Barrio del Santuario y su amor por moverse sobre dos ruedas impulsadas por él, surgió como herencia de su padre.

Por lo que desde pequeño a la actualidad usa la ‘baica’, como medio de transporte y como deporte.

Conoció a Ara Robles a través de rodadas organizadas, pues también es ciclista y fotógrafa; lo que le da un toque especial al Santuario de la Bicicleta por su conocimiento en granos de café; aquí se respira un ambiente armonioso.

Desde hace diez años tenían la idea de crear un espacio de estas características, donde los ciclistas pudieran llegar a tomarse un café antes de salir a pedalear y los fotógrafos tuvieran un lugar para compartir su trabajo.

Con la llegada de Covid-19, tuvieron que aprender a trabajar –por ser negocio esencial– bajo rigurosas medidas sanitarias.

Y aunque la llamada “nueva normalidad” para ellos siempre ha sido lo ordinario, su esfuerzo por seguir adelante, resistiendo, compartiendo se mantiene.

“Se han cerrado muchos espacios culturales y más ahora con el Covid, ha perjudicado esos espacios para congregar gente que le guste el arte; en cuestión de fotografía hay pocos espacios”, comparte Carlos Ibarra.

De ahí la importancia de que exista un lugar como este, donde, además de degustar un exquisito café –mezcla de granos de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz– o un panecillo, se pueda reflexionar en torno a las bicicletas y el arte en general.

Y ¿por qué no?, también adquirir algunos suvenires, como playeras con logos alusivos a la bicicleta.

“Rescatar esos espacios que son importantes, los culturales, que la gente pueda pasar un rato tomando una bebida y disfrutando las obras”.

Hogar cafetero. Ara y Carlos se conocieron en una rodada ciclista. Además de su pasión por pedalear y tomar fotos, comparten su gusto por el café, y el amor por su familia. Fotografía: Jonathan Bañuelos

El Santuario de la Bicicleta

Se ubica en la calle González Ortega 466, entre Juan Álvarez y Manuel Acuña. Barrio del Santuario, en Guadalajara.

Para ingresar es obligatorio hacerlo con cubrebocas y asearse en el filtro de la entrada del café. Para quienes deseen acudir a la exposición es necesario hacer una reservación al número 33 2440 3461.

Horario: de martes a viernes de 8:00 a 12:00 y de 17:00 a 22:00 horas. Sábados de 17:00 a 22:00 horas.


Fotografías: Jonathan Bañuelos

Author

Artículo anteriorInstalan dos nuevas Minervas en Guadalajara
Artículo siguiente“Jalisco. Voces de Leyenda” registra la tradición oral del estado
Jonathan Bañuelos
Reportero de Ciudad Olinka. Ha trabajado para NTR, Mural, Más por Más GDL, La Jornada Jalisco y Radio UdeG Ocotlán.