Oculto en los arbustos sus ojos persiguen al presa, y en la oscuridad apenas se ve su delgada silueta. Su pelaje manchado y sus afiladas garras son sólo algunas de las herramientas de este cazador: el jaguar, un majestuoso felino que habita las sierras y costas de Jalisco.
El jaguar (Panthera Onca) es el felino más grande de América y en Jalisco habita zonas como El Tuito, en Cabo Corrientes, la Sierra de Manantlán, la Sierra de Cacoma o en la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala, indica el doctor Juan Pablo Esparza Carlos, especialista en Ecología, Conservación de Felinos y sus Presas de la UdeG.
“En Jalisco está hacia la costa, todo lo que es la costa que viene desde la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre Occidental, y al parecer también en alguna parte llega a la Sierra huichola, pero también se mete más adentro, por ejemplo tenemos registros en la Sierra de Quila o la Sierra de Matatlán o la sierra de Cacoma”.
Este mamífero generalmente habita ecosistemas húmedos y tropicales, como selvas, a una altura menor a los dos mil metros a nivel del mar. Además, también son asiduos a vivir cerca de cuerpos de agua como manglares, pues disfrutan nadar. Su mordida es una de las potentes entre los felinos, son solitarios y cazan de noche usando su excelente visión, detalla Esparza.
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Locución: Jonathan Bañuelos
Producción: Pablo Miranda Ramírez
Sigiloso y certero felino
El investigador comparte que se están realizando estudios para analizar cómo reacciona el felino a los hábitats destruidos por incendios forestales, pues el animal necesita áreas extensas para conseguir su alimento.
“Requieren áreas muy grandes para vivir, aquí en Jalisco se requieren de 30 a 90 kilómetros cuadrados por jaguar, pero en otros hábitat donde no hay mucho alimento se han visto que hasta un solo animal requiere 700 kilómetros cuadrados para vivir”.
Sus presas favoritas son especies grandes, y en Jalisco el jaguar se alimenta de venados y pecaríes, pero también come tejones, coatíes y armadillos. Aunque debido a la amenaza de sus ecosistemas han tenido que acercarse a zonas urbanas a cazar ganado, siendo agredidos a pesar de no representar un alto riesgo para los humanos.
“La gente le tiene mucho miedo, en parte por eso se le mata, pero no existe un solo caso registrado en México, y verificable, de que haya muerte por jaguar que yo sepa”.
Intimidante, pero evasivo
A pesar de la concepción de animal agresivo que se tiene sobre el jaguar, este felino americano suele ser escurridizo y representa un elemento muy importante en el equilibrio de los ecosistemas al ser considerado un súper depredador, es decir, es un animal que se encuentra en la cima de su cadena alimenticia.
Esparza Carlos explica que como un súper depredador que habita Jalisco, el jaguar tiene la función de mantener un equilibrio entre las especies grandes que son sus presas, a su vez, esto puede permitir que no exista una sobrepoblación de animales más pequeños, como los ratones, que pueden ser nocivos para los ecosistemas agrícolas y para los mismos humanos.
Para socializar el carácter tímido del jaguar, el doctor Esparza Carlos trabaja en documentar la percepción que los niños y ganaderos tienen sobre este animal, encontrando opiniones negativas respecto al supuesto comportamiento del felino, clasificándolo como un animal que representa riesgo, aunque es poco probable que ataque al ser humano en un ambiente natural.
Símbolo vulnerable
Con su pelaje brillante y su certeza mordida, el jaguar es un hábil cazador que se encuentra amenazado por otro omnipresente depredador: el ser humano, que sí representa un riesgo para él debido al cambio de las hábitat del felino o a la cacería.
Este mítico animal es uno de los felinos más grandes del mundo y un símbolo cultural y natural que también pertenece a Jalisco.
A detalle
- El jaguar también es llamado yaguareté, balam o pantera.
- Se encuentra en peligro de extinción y es el tercer felino más grande del mundo, superado sólo por el tigre y el león.
- Su promedio de gestación es de 100 días, dando camadas de entre una y cuatro crías.
- Se ha documentado que los ejemplares de Norteamérica pueden ser más pequeños que los de Sudamérica.
Fuente: Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Fotografías: Naturalista/rbeunen, Jaime Marcelo Aranda Sánchez, Pam Al Diavas