Históricas. Las tres jaliscienses fueron pioneras en sus áreas desde diferentes flancos, y contribuyeron a dejar una huella en la historia de la Medicina

Antonia, Juana y Jacinta tienen mucho en común: fueron pioneras en sus áreas, amaban su profesión y se atrevieron a incursionar a pesar de las pocas oportunidades.

Ellas fueron mujeres que nacieron y vivieron en distintas épocas hace más de un siglo y, según historiadores, son las tres primeras médicas de Jalisco.

Estas mujeres médicas fascinaron a la doctora Ana Cecilia Rodríguez Romo, investigadora del Laboratorio de la Historia de la Medicina del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía en Ciudad de México.

Ella buscó referencias de Antonia, Juana y Jacinta para desentrañar la vida y obra de estas jaliscienses y así compartir el legado que dejaron dentro de esta disciplina.


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Locución: Jonathan Bañuelos.
Producción: Pablo Miranda Ramírez.


Rodríguez Romo, con ayuda de su colega Gabriela Castañeda, decidió emprender la búsqueda de las referencias históricas de los principales profesionales de la medicina desde 1800 hasta 2006. Sin embargo, encontró poca información sobre mujeres que pudieran ser parte de este grupo. “Con esa idea indagué quiénes fueron las primeras médicas mexicanas”.

Durante la búsqueda la doctora encontró a Matilde Petra Montoya Lafragua, quien se graduó en 1888 como la primera mujer médica de México. Pero también tuvo un primer encuentro con Antonia, una tapatía que se tituló en la Universidad Nacional en 1908, y a quien se le considera la primera mujer jalisciense en graduarse como médica.

“Si nos detenemos en 1936 o 1938, ya había tres mujeres que nacieron en Jalisco y que eran pioneras de la medicina. Dos de ellas graduadas en 1930 de la Universidad de Guadalajara”.


Antonia, adelantada a sus tiempos

Pionera. Durante su juventud esta jalisciense buscó impulsar el acceso de las mujeres a la educación

La primera médica fue Antonia Leonila Urzua López, quien nació en 1883, y también fue docente. Contribuyó a la medicina con la fundación de revistas y asociaciones especializadas. Además de que investigó acerca de la nutrición infantil, sexualidad femenina y los signos de muerte. Murió en 1954 y siempre apoyó que la mujer tuviera acceso a la educación.

La última noticia que tengo de ella es de finales de 1947, para entonces tendría 67 años. En esa época el gobierno decide refrendar los títulos universitarios ante el Registro Nacional de Profesión y ella va su universidad a pedir una copia de su título. Así fue como encontré su última pista”.


Juana, conocedora de la Nutrición

Moderna. Esta médica viajó al extranjero para adquirir más conocimientos y difundirlos en la medicina mexicana

Otro de los personajes fue Juana Navarro García, egresada como médica de la Universidad de Guadalajara en 1930, quien, sin embargo, ejerció su profesión en Ciudad de México para regresar ocasionalmente a Jalisco.

Juana fue pionera en nutrición y usó sus conocimientos médicos en episodios como un brote de viruela que ocurrió en Chapala, en el siglo pasado.

“Se interesó en áreas que en ese entonces eran muy nuevas, como la Nutrición. En 1942 se va a Argentina, ahí estudia Nutriología y se integra a los hospitales para organizar los servicios de nutrición, da clases y funda grupos de nutrición”.

“Le interesaba difundir los conocimientos en nutrición para mejorar la economía de la población y tener una alimentación racional”.


Jacinta, y su amor por la Medicina

La tercera de ellas fue Jacinta de la Luz Curiel Ávalos, nacida en Mascota en 1905. Se declaraba enamorada de la medicina e influenciada por Marie Curie. Jacinta vivió hasta 2002, pero durante su juventud tuvo un consultorio médico en la avenida Juárez de Guadalajara. La médica también fundó instituciones que apoyaron la detección temprana de cáncer en mujeres.

Apasionada. En sus apuntes de estudiante, Jacinta afirmaba que estaba enamorada de su profesión

En 1955 funda la Clínica de Cáncer en el Centro de Salud de la Secretaría de Salubridad, del cual ella se encargó, y al parecer llegó a manejar muchísimos expedientes. Llegó a encabezar de manera importante los problemas de detección de cáncer de la mujer a mediados del siglo pasado”.

La doctora Ana Cecilia recalca que su interés también se centra en ver cómo la medicina creció a través de los descubrimientos científicos registrados en la historia. Y es ahí donde combina su formación como médica e historiadora.


Una visión al pasado en Jalisco

“Es gratificante sacar a la luz a personas del pasado que cooperaron para poner un granito de lo que somos ahora, ellas pusieron un ladrillo en la construcción de la sociedad que ahora somos. No merecen ser olvidadas, su esfuerzo abrió el camino a las médicas actuales”.

Historiadora. La doctora combina sus profesiones para explorar el pasado de la medicina

Luego de adentrarse en archivos históricos, cientos de documentos y buscar apuntes, la doctora Ana Cecilia dice que es gratificante indagar en el pasado de estas mujeres.

En este caso, conocer la vida de las primeras médicas de Jalisco es una oportunidad para observar la herencia histórica que nos dejaron Antonia, Juana y Jacinta.

“Trabajar con la gente que ya no existe es interesante y atractivo, yo no hago más que narrar datos y hechos. Pero me queda la duda de saber cómo habrán sido como seres humanos”.


Fotografías: Cortesía doctora Ana Cecilia Rodríguez Romo.

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Pablo Miranda Ramírez
Eterno aprendiz de reportero con interés en el Periodismo Científico. Colaboró en medios como El Informador, Radio UdeG Ocotlán, y en la Agencia Informativa Conacyt.