Memo levanta los brazos y empieza con lo suyo: toma un poco de este color y del otro y con un hábil y sencillo giro de manos los combina para crear algo nuevo. Ahora toca dar textura: Memo estira y aplasta esa mezcla de colores hasta convertirla en la cola de uno de los personajes de los cuentos que ilustra con plastilina.
Así es como trabaja Guillermo Castellanos, conocido como Memo Plastilina, un artista tapatío que emplea su talento en el modelado de plastilina para crear el lado visual de varios cuentos infantiles, algunos escritos por él mismo, y así demostrar las bondades de este material como una fuente de creatividad e imaginación.
“El contacto con los niños. Me gusta mucho observarlos cuando trabajan y las cosas que hacen o las cosas que hablan mientras trabajan. Creo que eso me ha inspirado un montón para seguir explorando con la plastilina porque creo que no le he llegado a todas las posibilidades que tiene”.
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Locución: Jonathan Bañuelos.
Producción: Pablo Miranda Ramírez.
Aunque este material no fue la primera opción de Memo, recuerda que fue durante su carrera universitaria que se encontró con la plastilina; posteriormente empezó a incursionar en su uso para campañas publicitarias y talleres de manualidades, sin embargo, fue desde entonces que inició su camino junto a la plastilina.
Además de ilustrar cuentos con sus creaciones, Memo Plastilina también organiza talleres para niños y adultos; en esos encuentros enseña técnicas básicas sobre modelado, pero al mismo tiempo relata algunos fragmentos de sus cuentos, como “Evasaurio”, donde la simpática protagonista trata de llevar su vida como cualquier niño, sólo que ella tiene cola de dinosaurio.
Inspiración que sale por las manos
Con la plastilina Memo crea escenarios, personajes, animales, historias. Durante su carrera este tapatío ha colaborado con sus ilustraciones para alrededor de siete autores, sin embargo, también se ha desarrollado como escritor de sus propios cuentos, como “Pijama”, “Evasaurio” o recientemente “Huella”.
“La mayoría de mis ilustraciones están alimentadas de las cosas que veo, lo que veo en los niños que participan en mis talleres o lo que veo cuando salgo a caminar, me gusta mucho caminar y creo que eso es parte importante de mi proceso creativo: caminar y observar, y conforme vaya caminando voy imaginando las historias o los personajes”.
El trabajo de Memo Plastilina incluye jornadas como tallerista en foros como Papirolas, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara o participaciones en museos de la capital. Además, adelanta que en su trayectoria se visualizan más encuentros con dinosaurios de plastilina e incluso, proyectos más grandes para “Evasaurio”.
“Mi parte creativa está muy feliz porque es lo que más me gustaba hacer desde que era muy chico: crear historias, inventar personajes y la plastilina, que de por sí para los niños ya es mágica”.
Fotografías: Pablo Miranda Ramírez.
Ilustración: Facebook/Memo Plastilina.