
Amuzco, coca, cora, wixárica, zapoteco, nahua, otomí, purépecha, wixárika son tan solo algunas de las culturas indígenas que habitan en la entidad y que se traduce a una población de 57 mil personas.
En lo que se refiere a la niñez, son cerca de 20 mil las niñas y niños que hablan una lengua indígena y habitan en las diferentes regiones de Jalisco, ¿en cuáles? ¿qué edades tienen? ¿cómo se garantiza el respeto de sus derechos humanos?.
A raíz de esas y otras cuestiones, la CEDHJ elaboró y publicó recientemente el Atlas de Niñez de Pueblos Originarios de Jalisco, cuya finalidad es visibilizar a este sector de la población doblemente segregado.
“Las problemáticas no visibilizadas se presentan más en niñas y niños, y más, si son indígenas; el objetivo del atlas fue documentar cuántos pueblos indígenas habitan en Jalisco, dónde están ubicados geográficamente, y qué lenguas hablan”, dijo el encargado del Área de Niñas, Niños y Adolescentes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), Eduardo Trinidad López.
En el documento, se encuentra una descripción de cada una de las culturas indígenas, que tiene anexo mapas de Jalisco para ilustrar al lector en qué regiones están asentados esos grupos y qué edades tienen las niñas y niños.

Aunque muchas personas no lo ven, Jalisco es un estado pluricultural que alberga a 26 pueblos originarios, locales y nacionales, compartió.
Tunuari Chávez González, encargado de la Unidad de Análisis y Contexto de la CEDHJ, afirmó que la importancia de este documento, es que ayudaría a tomarse mejores políticas públicas y acciones a favor de los derechos humanos.
“Nos permite tener una claridad como no lo ha habido en un documento oficial previo a éste, no hay ninguno en el estado ¿cuál es la deuda que les tenemos a los pueblos indígenas?”, reflexionó.
Puedes descargar aquí el Atlas de Niñez de Pueblos Originarios de Jalisco, que también está disponible en la página de la CEDHJ; de acuerdo con los entrevistados, se prevé que posteriormente se publique una versión más amigable que esté dirigida a niñas y niños.
Fotografía: Gustavo Alfonzo / Universidad de Guadalajara