Fotografías: Antonio Álvarez
Suculentas, dulces, exóticas, pulposas, de muchos colores: rojas, moradas, blancas, amarillas; así son las pitayas, una de las frutas favoritas de los tapatíos, que se puede encontrar durante abril y mayo en las inmediaciones del Barrio de las Nueve Esquinas.
Alfombradas con alfalfa, en canastas de chiquihuite es como los marchantes las encuentran a lo largo de la calle Colón, entre avenida La Paz y Nueva Galicia, que es donde se instala la tradicional Feria de la Pitaya y el Guamíchil.

Este año, dicho encuentro comercial-cultural posee 140 espacios de venta, que fueron avalados por la Comisión Dictaminadora de la Zona de Intervención Especial del Centro Histórico de Guadalajara.
Dicho fruto exótico se cultiva en el Sur de Jalisco, en los municipios de Tolimán, Techaluta de Montenegro, Atoyac, Sayula y Amacueca; donde los productores cuidan que la cactácea órgano madure tras cinco años y su máximo nivel de cosecha ocurre tras 12 a 15 años, que crece gracias a los suelos ricos en salitre.

La pitaya, durante el mes de mayo, se vuelve la protagonista en la cantina de La Occidental, ubicada también en Las Nueve Esquinas.
En este lugar venden el especial “Occidental”, que es una bebida fresca que combina la pulpa de la pitaya, hielos y ron.
Si pasas por la zona, no dudes en probar esta fruta jalisciense, ya sea enterita o en bebida.