Al menos dos comunidades de pueblos originarios en Jalisco han buscado revitalizar sus lenguas ante el peligro de que éstas se pierdan, por medio de aprendizaje autodidacta e implementación de señaléticas bilingües en sus localidades.
Esto lo ha identificado la doctora Rosa Herminia Yáñez Rosales, antropóloga y lingüista de la Universidad de Guadalajara (UdeG), quien entre 2010 y 2017 conoció a grupos de jóvenes de origen nahua, de Ayotitlán (localidad del municipio de Cuautitlán de García Barragán) y Tuxpan, poblaciones de las regiones de la Costa Sur y Sur jaliscienses, respectivamente.
“En ambas comunidades hay grupos de jóvenes que, con sus propios medios, empezaron a buscar la forma de aprender náhuatl, la lengua que hablaban sus abuelos. Los jóvenes han sido los que se han propuesto recuperar la lengua; empezaron con acciones modestas pero logrables. De 2010 a 2017 cinco lingüistas estuvimos en Ayotitlán para hacer un proyecto de paisaje lingüístico, donde se implementó señalética en náhuatl y español”, explicó.
Fue así como en lugares públicos y privados colocaron letreros en ambas lenguas: en iglesias, cementerios, corrales, calles, etcétera. Por parte del grupo de Tuxpan, “empezaron a aprender náhuatl por medio de libros y, de forma posterior, a reivindicar cosas de su comunidad, como la instalación de un museo”, mencionó.
Yañez Rosales dijo que aún a principios del siglo XX se habla esa lengua en esas localidades, ahora sólo hay “recordantes”, personas que responden a algunas frases como “buenos días”, pero que ya no tienen la competencia comunicativa para mantener una conversación en náhuatl.
La académica del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), expresó que su pasión por el estudio de las lenguas originarias nació en 1988, cuando registró conversaciones de mujeres mayores de comunidades nahuas en Tuxpan.
“Me cuestioné sobre cómo es que llegamos al punto de que sólo los ancianos sabían algo de la lengua. Cuando estas mujeres platicaban, a los cinco minutos ellas mismas interrumpían para preguntar cómo se decía cierta cosa. Ellas crecieron hablando náhuatl y 60 años después ya la estaban olvidando. Esto me llevó a investigar en documentos del siglo XVI para revisar las políticas lingüísticas y ver cómo los movimientos de castellanización minaron la vitalidad de las lenguas indígenas”, detalló.
Aseguró que la política de castellanización en la época posrevolucionaria, durante la primera mitad del siglo XX, encabezada por José Vasconcelos, impulsó el menosprecio por las lenguas al priorizar la enseñanza en español.
Este año, Yáñez Rosales fue reconocida con el el Premio Tenamaztle, que otorga el Centro Universitario del Norte (CUNorte) durante el Encuentro de Especialistas del Norte de Jalisco y Sur de Zacatecas, por sus trabajos en materia de investigación antropológica y lingüística durante más de tres décadas.
Fuente: Universidad de Guadalajara
Información: Iván Serrano Jauregui
Fotografías: Colima Noticias, Adriana González