Al hablar con él y mientras levanto mi taza de café, lo único que puedo pensar es en el personaje tan fuerte que tengo en frente de mí.
Puede parecer una persona tímida, incluso pequeña, aunque sólo en estatura, pero basta con que tenga una cámara en sus manos para que eso cambie y surja la oscuridad y magia de Humberto León (mejor conocido como Salem McBunny).
De cabello corto y negro, ojos almendrados y voz suave, pero nunca débil, él decide abrir su corazón para que conozcamos su trabajo y proceso creativo por medio de su lente.
El joven originario de Arandas, Jalisco, define su trabajo como surrealismo mágico. Con cada fotografía existe una historia que a su vez tiene una anécdota, como algunas que han sido publicadas en portales como Vogue Italy y Harper’s Bazar, así como las menciones en Daily Mail, ser el ganador de Fashion Master Class Awards 2018 y ahora miembro de máster Class Photographers.
Humberto, egresado de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la Univer Arandas, logra remontar a un mundo místico a cualquier persona que pueda apreciar su obra. Así es como ha llegado a lugares como Monterrey, Ciudad de México y León, que son los puntos de la República más recurrentes en su agenda.
Su trabajo, que puede ser consultado en su perfil de instagram.com/salemmcbunny, así como en www.salemmcbunny.com
Una de sus obras más queridas y que demuestra la esencia de su trabajo fotográfico, es El monstruo del tiempo, ya que la modelo que se muestra es su abuela. Para dicha serie, asegura, los objetivos eran diversos, uno de éstos fue enfrentar cosas que le generaban conflicto.
“En esa fotografía integré dos perlas en los ojos, como forma de lágrimas que simbolizan el valor, la sabiduría y el conocimiento que vamos adquiriendo con el paso del tiempo, sin importar cómo cambia nuestro físico, nuestro espíritu siempre será valioso”.
“El monstruo del tiempo surgió de varias cosas como inspiración. He escuchado a mi abuela decir muchas veces que se siente cada día más arrugada y vieja, entonces me he dado cuenta que conforme hago fotos a mí mismo, mi cuerpo también va cambiando”.
Él agradece haber transmutado lo que por mucho tiempo parecía ser sólo dolor emocional en arte. Algunas veces tener mucha creatividad puede ser dañino en un entorno que no está abierto a la propuesta artística, dijo.
Hoy siente satisfacción de tener una plataforma para desempeñar sus múltiples facetas, imparte workshops y desempeña la docencia universitaria en clases de Diseño Gráfico, Diseño de Modas y Fotografía.
Sus años escolares los define como una etapa ensombrecida en la que no lograba encontrar una identidad, a la par del bullying que en algún momento vivió.
Sin embargo, su búsqueda no cesó y encontró en la corriente de moda scene, un escaparate creativo para explotar las ideas que hasta el momento volaban dentro de sí.
“Mi padre es de Ciudad de México y en sus viajes a la capital me llevaba a su lado, ahí pude empaparme de otra cultura y personas que parecían gozar de una libertad expresiva con más fuerza”.
Fue a partir de salir de su entorno, que el artista formó un criterio sobre lo que quería y a dónde deseaba llevarlo, como él lo dice: “Puedo ser pequeño y hablar de una forma que a muchos no pueda gustar, pero sé que puedo ser grande a la hora de personificar en mis fotografías”.
Al comienzo de su experimentación fotográfica, Salem Mcbunny descubrió que resultaba terapéutico, ya que con eso podía llegar a realidades que en la propia son fantasiosas.
Gracias a internet, conoció a exponentes de la foto que deseaba recrear y que fueron parteaguas para adentrarse al estilo surrealista.
Así fue como proyecto tomó forma. Ahora las aspiraciones son mayores, pues además de generar una carrera como fotógrafo, también busca que su trabajo sea inspiración.
Desde el año pasado, el joven ha impartido talleres en diferentes instituciones de Los Altos Sur: Arandas, San Ignacio y la Capilla de Guadalupe, donde busca llevar terapia emocional por medio de la fotografía, ya que esta actividad sirve para sanar heridas a través de una expresión visual.
“Es algo que me llena mucho y deseo continuar haciendo, saber que puedes ayudar por medio de la fotografía, como en algún momento me ayudó a mí. Me llena de alegría y es al final de lo que se trata”.
Los planes para el futuro son alentadores, hay proyectos latentes para Salem Mcbunny que lo mantienen en un constante cambio para adaptarse a las nuevas corrientes del diseño, la moda y el arte.
El mundo exige cambio y está consciente de esto, los proyectos en puerta son variados: continuar con los workshops, comenzar a generar videos con su estilo y próximamente, como uno de sus bebés en gestación, está crear un libro sobre su obra, historia, inspiración y recursos.
“Si lo quieres lograr, lo único es trabajar muy duro, escribir tus objetivos y marcar una meta, no quitar el dedo del renglón y tener seguridad en ti mismo. Eso es lo que diría a todos los que quieren expresar todo lo que tienen dentro”.
“Amo poder vivir en el campo, tomar un autobús al aeropuerto y volar a la ciudad, hacer mi trabajo, plantarme ante un auditorio y representar mi personaje. Para hacerlo hay que creerlo y es lo que hago: proyecto mi seguridad. Después, regreso al aeropuerto, de ahí en bus a casa, para regresar de nueva cuenta al campo en donde mi proceso creativo rinde fruto”.
Fotografías: Diego Barba, Cortesía