Las obras que ya forman parte del acervo de la Bienal de Pintura José Atanasio Monroy y que ganaron en la edición 2018, tienen como sello lo abstracto y lo distorsionado.
Sobre este estilo pictórico van las piezas Tríptico terrenal, del artista queretano Jorge Juan “Jordi” Boldó Belda, y Figuras sobre paisaje, del joven jalisciense Juan Manuel Salas Valdivia.
Inspirado en los recuerdos y sensaciones de su infancia, “Jordi” dijo que Tríptico terranal tiene que ver con aquel amor por el paisaje, que se consolidó cuando practicaba montañismo en el sur de México.
“Estoy contento de haber enviado una pieza que me gusta mucho, me atreví a mandar una pieza pequeña, que es sobre un paisaje, que es abstracta y alejada de las tendencias de moda. Ésta es un homenaje a la naturaleza, a las montañas y el campo con los que he convivido un mucho”, compartió quien se llevó el máximo premio en la terna de artistas consolidados.
El artista comentó que haber ganado la cuarta Bienal de Pintura “José Atanasio Monroy” representa un estímulo para su carrera, por lo que se siente agradecido por haber sido parte de lo que él llamó: una confrontación del arte.
Por otra parte, Figuras sobre paisaje, ganadora de la categoría noveles creadores, tiene que ver con cómo vemos las imágenes mal codificadas de la televisión digital, aplicado a una pareja que parece pasear de la mano por un campo.
“Consiste en la interpretación libre de fallas en la imagen conocidas como glitch. Empecé a encontrar similitudes entre este fenómeno digital y la pintura como algo análogo. En esta pintura aparece cierto desgarre o violencia sobre la imagen, que por lo regular ocurre en la televisión digital cuando llega mal una señal y empieza a modificar las caras, los cuerpos y se mezclan con el paisaje”, describió Salas Valdivia.
Así como el trabajo de este joven pintor, otra obra que conceptualiza el fenómeno del glitch y la distorsión de la realidad y que ganó el segundo lugar de los noveles creadores fue Clitcheados, de la yucateca Sofía Kalife Fuentes.
Fue la noche del viernes 26 de octubre cuando fueron expuestos los trabajos que se llevaron la victoria de este concurso de arte, en la galería del Centro Cultural José Atanasio Monroy, del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) de la Universidad de Guadalajara.
Durante una ceremonia, los ganadores recibieron como premio estímulo económico. Esa, noche la rectora del CUCSur, Lilia Victoria Oliver Sánchez, dijo que este año la cuarta edición de la bienal recibió 7 mil 36 pinturas de 966 artistas noveles creadores y 422 de consolidados, originario de 31 estados del país con excepción de Nayarit.
Dichas obras formarán parte de la Pinacoteca José Atanasio Monroy, que en octubre abrió sus puertas al interior de la Casa Universitaria del CUCSur, en el Centro de Autlán de Navarro.
Este sitio cuenta actualmente con 90 piezas que han formado parte de este concurso de arte, desde 1999 a 2016. La curadora María Fernanda Matos Moctezuma señaló que esta pinacoteca representa un documento de valor histórico, porque registra la visión, gustos y tendencias de la pintura durante dos décadas.
Noveles creadores, mención honorífica:
- Adoración, Erick Hugo Pérez Arriaga.
- El espíritu, Juan Bernardo López Haro.
- Infieles I, Paola Carolina Ramírez Hernández
Noveles creadores, ganadores:
- Tercer lugar, con 40 mil pesos: Posibilities for anormaly, Juan Andrés de la Torre Lobato
- Segundo lugar, con 60 mil pesos: Glitcheados, Sofía Kalife Fuentes
- Primer lugar, con 80 mil pesos: Figuras sobre paisaje, Juan Manuel Salas Valdivia
Artistas consolidados, mención honorífica:
- Esta tierra es mía, Carlos Luevano Alonso
Estudio para apuntar en día 67, Esmeralda torres Sánchez - Hipsters, César Córdova
Artistas consolidados, ganadores:
- Tercer lugar, con 60 mil pesos: Ir hacia nada, Reynaldo Díaz Zesati
- Segundo lugar, con 80 mil pesos: Panorama, Carlos Gerardo Cárdenas Reyes
- Primer lugar, con 100 mil pesos: Tríptico terrenal, Jorge Juan “Jordi” Boldó Belda
Fuente: Universidad de Guadalajara
Información: Iván Serrano Jauregui / Lorena Medina
Fotografías: Jaime Martín / Iván Serrano Jauregui